La tragedia griega se queda en un mal día para las bolsas

Sí, fue un día malo para los mercados globales. Pero quizás no tan malo como le habría gustado a los líderes griegos, que quizás apostaban por una jornada dramática, de pánico. Para ganar poder de negociación con los acreedores necesitaban una calamidad. Y si bien el mercado tomó las noticias de Grecia de manera pésima, no fue una catástrofe.

La bolsa de Atenas estuvo cerrada. Pero las acciones que cotizan fuera de la bolsa de Atenas (ADR) o los fondos cotizables en bolsa (ETF) ligados a la bolsa de Atenas salieron muy mal librados. El ADR del Banco Nacional de Grecia (AT:NBGr) se hundió casi un 25%, el ETF que cotiza en Nueva York (Global X FTSE Greece 20 ETF) se despeñó un 17%, y el ETF que se negocia en Alemania (Lyxor ETF FTSE Athex 20) detuvo sus cotizaciones luego de desplomarse más de un 15%.

En otras bolsas europeas, la bolsa de Milán bajó un 5.2%, el Ibex-35 de Madrid un 4.6%, el Cac-40 de París un 3.7% y el Dax de Fráncfort un 3.6%. Fuera de la eurozona, el Ftse-100 de Londres tuvo una caída más moderada, aunque fue de un nada despreciable 2.0%.

Más preocupante aún era el comportamiento sobre el mercado de deuda soberana europea. Ahí se vería el contagio que Grecia tendría sobre otros países vulnerables. De nuevo Grecia fue la que más sufrió: la tasa del bono de 10 años se disparó 387 pbs a 14.34%. En Portugal, el incremento fue de 34 pbs para elevarse por encima de 3.0%. En Italia el incremento fue de 24 pbs a 2.38% y en España también aumentó 24 pbs a 2.34%. En Irlanda, sin embargo, la tasa se mantuvo sin cambios en 1.63%. Las dos grandes economías de la eurozona sirvieron de refugio: en Alemania la tasa de 10 años se redujo un 13 pbs a 0.79% y en Francia 6 pbs a 1.23%. En Estados Unidos, la tasa de 10 años cayó 14 pbs a 2.33%, también quizás pensando que con este panorama, es difícil que la Fed se precipite y suba las tasas en septiembre.

Lo más desesperante para el gobierno de Syriza es que el euro, en balance, se fortaleció. Al inicio de la jornada se fue por debajo de los 1.10 dólares, al tocar un mínimo intradía de 1.095 dólares por euro. Pero a partir de ahí inició una tendencia de apreciación que le llevó a borrar todas las pérdidas y se apreció al final de la jornada un 0.7% para terminar en los 1.125 dólares por euro.

En consecuencia, los líderes europeos se han mostrado condescendientes, sugiriendo a Tsipras a que regrese a la mesa de negociaciones. Pero sin hacer ninguna concesión más. Lo más que dijeron la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Francois Hollande es que están dispuesto a reabrir las negociaciones incluso después del referéndum del domingo.

En los países emergentes, la reacción también fue en cierto modo contenida. En Brasil, el Bovespa de Sao Paulo perdió un 2.0%. En México, la bolsa cedió en torno a un 1.8%. Entre las divisas, el rublo ruso se depreció un 1.4%, la lira turca un 1.2% y el peso mexicano un 0.9%, si bien se dice que de nuevo el dólar se vendió en ventanilla a 16 pesos por dólar.

En Wall Street, también predominan las pérdidas, y aunque son pronunciadas no son de escándalo. El Dow Jones perdió un 1.95% para acabar en los 17,596.35 pts mientras que el S&P’s 500 se hundió un 2.09% a los 2,075.64 pts. El Nasdaq bajó un 2.4% a los 4,958.47 pts. Con las pérdidas de hoy el S&P’s 500 borró las ganancias del año y ya estás en tablas. El Dow Jones, en lo que llevamos de año, ofrece un rendimiento negativo de 1.3% en tanto el Nasdaq es el único índice que ofrece ganancias, de 4.7%.

En las materias primas, el petróleo fue el peor “commodity” al caer un 2.3% y cotizar en los 58.25 dólares. También cayeron los metales industriales, como el níquel (-2.0%) o el aluminio (-1.1%). Sin embargo, el oro, que se debería haber beneficiado de un escenario de aversión al riesgo, como activo refugio, apenas se apreció un 0.4%.

Así que sí, fue un jornada de pérdidas, pero de momento el primer susto griego se ha quedado en eso, en un mal día en las bolsas. Aunque cuidado, que la semana aún no ha terminado.