22 jul (Reuters) - México está en ascuas ya que el lunes es la fecha límite para cerrar un acuerdo migratorio con EEUU que eliminó las amenazas arancelarias a las exportaciones mexicanas, y a pesar de los avances logrados en la reducción de los flujos migratorios, no estaba claro cuál sería el próximo paso del presidente Donald Trump.
El acuerdo alcanzado en junio estableció que si EEUU considera que México no ha hecho lo suficiente para frenar la migración hasta la fecha límite del 22 de julio, los dos países iniciarían conversaciones sobre el cambio de reglas para que la mayoría de los solicitantes de asilo busquen refugio en México, no en EEUU.
México dijo el domingo que había evitado las denominadas negociaciones de "tercer país seguro" con EEUU y quiere evitarlas desesperadamente después de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, elogiara los esfuerzos mexicanos para reducir los flujos migratorios hacia Estados Unidos. Pompeo elogió el progreso hecho por México en ayudar a reducir las aprehensiones en la frontera sur de Estados Unidos en casi un tercio en junio, a unos 100.000, también dijo que aún había "más trabajo por hacer" y que consultaría a Trump, quien ha estado inusualmente callado sobre el tema.
En su afán de evitar ser acorralado en esas conversaciones, México ha desplegado a unos 21.000 policías militarizados de la Guardia Nacional para disminuir el flujo de personas a través de la frontera entre Estados Unidos y México.