Los analistas de Société Générale han elevado su objetivo de cierre de año para el índice S&P 500 a 4,750 desde 4,300.
El nuevo precio objetivo representa un aumento del 25% desde su proyección inicial de 3,800 para 2023.
Argumentan que las acciones estadounidenses deberían seguir recibiendo apoyo de la inteligencia artificial (IA) y del gasto fiscal. Anticipan que un escenario de "no aterrizaje", que aún no está descontado en el mercado, se hará más evidente en los próximos meses a medida que desaparezca o se posponga la preocupación por la recesión.
"Dicho de otro modo, nos mantenemos alcistas a corto plazo, a pesar del probable nerviosismo en 2024", escribieron los analistas en una nota a clientes.
El S&P 500 se considera atractivo en comparación con otros mercados internacionales de renta variable. El indicador de ciclo económico de la firma indica fortaleza en la economía estadounidense, al tiempo que apunta a debilidad en otras regiones.
"Este panorama también está a la vista en el impulso relativo de los beneficios empresariales", añaden.
Los analistas recomiendan a los inversionistas que se queden con las acciones tecnológicas y de crecimiento bajo ciertas condiciones, ajustando las posiciones en respuesta a las lecturas del ISM manufacturero y los rendimientos del Tesoro estadounidense a 10 años. Los analistas recomiendan a los inversionistas mantener las acciones tecnológicas y de crecimiento en determinadas circunstancias.
Se recomienda cautela con los valores de pequeña capitalización y los financieros hasta que la curva de rendimientos se vuelva positiva. También se sugiere comprar una estrategia Nasdaq equitativamente ponderada para mitigar el riesgo de concentración.