En el año 2015 la compañía anteriormente conocida como Google modificó su nombre y su estructura corporativa para reflejar mejor su modelo de negocios y su estrategia de crecimiento. Alphabet (NASDAQ:GOOGL) es el nuevo nombre de la firma, e incluye dos segmentos de negocios: Google y “otras apuestas”.
Google es el principal segmento por amplio margen, y genera la mayor parte de las ventas y ganancias de la compañía gracias a su posición de liderazgo en el mercado de publicidad online. Por otro lado, el segmento de otras apuestas es una ecléctica combinación de negocios con elevado potencial de innovación disruptiva Entre otros, la compañía participa en negocios de cuidados de la salud y extensión de la vida humana, conectividad del hogar, internet de alta velocidad, y automóviles autónomos.
Los reportes financieros de la compañía para el tercer trimestre de 2018 fueron claramente saludables. La facturación de Alphabet alcanzó los 33.740 millones de dólares durante el período, un aumento de 22% en moneda constante. El segmento de Google produjo 33.594 millones, mientras que otras apuestas generó ventas por 146 millones de dólares en el trimestre.
La ganancia operativa de Google fue de 9.490 millones de dólares en el tercer trimestre de 2018, y el segmento de otras apuestas produjo una pérdida a nivel operativo de 727 millones de dólares. A nivel agregado, el margen de ganancia operativa para Alphabet está en la zona de 25% sobre la facturación.
Alternativas de inversión con múltiples fuentes de ventajas competitivas
Cuando invertimos en acciones, especialmente en empresas de alto crecimiento, es muy importante prestar atención a las ventajas competitivas con las que cuenta el negocio. En esencia, las ventajas competitivas son las herramientas con las cuales cuenta la compañía para proteger su negocio frente a los embates de la competencia.
Cuando una empresa es exitosa, esto atrae mayor presión competitiva. El aumento de la presión competitiva puede erosionar la posición de mercado y la performance financiera del negocio a mediano plazo. En el caso de compañías de alta calidad, como por ejemplo Google, el negocio se beneficia de diferentes fuentes de ventajas competitivas al mismo tiempo, y estas diferentes fuentes de ventajas competitivas se refuerzan mutuamente. En primer lugar tenemos el valor de marca. La marca Google es tan popular que muchos consumidores la utilizan como verbo, “googlear” información como sinónimo de búsqueda online. Solo unos pocos productos y servicios en la historia de los negocios han logrado semejante poder de identificación de marca dentro de su sector.
Además, las ventajas de escala son un factor determinante para una compañía como Google. Los anunciantes necesitan recurrir a las plataformas de publicidad online que pueden ofrecer acceso a una gran cantidad de usuarios, por lo tanto el amplio alcance de Google con todos sus servicios a escala mundial lo diferencia claramente de potenciales competidores más pequeños.
Muchas de las plataformas de Google se benefician además del efecto red, lo cual significa que el servicio genera mayor valor para los usuarios mientras mayor es la base de usuarios. Por ejemplo, en YouTube los creadores de contenidos y los consumidores de estos contenidos se atraen mutuamente. En servicios de mapas y otros similares, contar con una gran cantidad de usuarios le permite a Google utilizar la información generada por estos usuarios para mejorar la calidad de los servicios.
Riesgos y niveles clave de precios a tener en cuenta
En cuanto a los riesgos, la compañía tiene acceso a información muy sensible al respecto de los usuarios, y además cuenta con una posición de mercado dominante en muchos de los negocios en los cuales opera. Esto implica que Google suele estar siempre en el centro de la atención por parte de los organismos reguladores internacionales.
En el mismo sentido, competidores como Facebook (NASDAQ:FB) y Amazon (NASDAQ:AMZN) han ganado mucho terreno en el mercado de publicidad online durante los últimos años, y no puede perderse de vista la dinámica competitiva en una industria tan propensa a la innovación disruptiva.
Las acciones de Alphabet están testeando recientemente la zona de 1000 dólares por acción. Este nivel ha funcionado como soporte de precios en varias ocasiones entre diciembre de 2017 y noviembre de 2018, y por lo tanto representa una zona de gran importancia desde el punto de vista técnico. En caso de un quiebre sostenido a la baja, las acciones de Alphabet podrían testear nuevamente la zona de 900 dólares por unidad, nivel que funcionó como soporte en múltiples ocasiones durante el tercer trimestre de 2017.
En cuanto a objetivos alcistas, en cambio, una recuperación de la línea de tendencia ascendente podría llevar a Alphabet a recuperar los máximos del año en la zona de 1.280 dólares por unidad.
En definitiva Alphabet es una alternativa sólida y de calidad en el sector tecnológico. El contexto actual de mercado, de retracción en el apetito por el riesgo, es bastante adverso para las compañías en este sector. No obstante, el ajuste actual en las cotizaciones bien podría interpretarse como una oportunidad de compra para inversionistas de largo plazo en Alphabet.