Empezó julio, empezó la segunda mitad del año, y empezó a toda mecha, a todo pulmón. Wall Street abrió con firmes ganancias, que se fueron ampliando conforme avanzaba la jornada. El punto más álgido se alcanzó en torno a las 12:25 hora de México, cuando el Dow 30 tocó un máximo intradía de 16.998.70 pts, lo que supone el nivel más alto jamás alcanzado por el índice de las “blue chips” o valores seguros.
Tan cerca estaba de los 17,000 pts que pareciera le entró vértigo y retrocedió ante la osadía de romper esa barrera psicológica. Al final no lo logró, pero está a un palmo, a menos de un palmo, a un dedo, y romperlo será fácil esta semana si les gusta el pronóstico de ADP sobre la nómina privada que se publica mañana, o el dato de empleo del jueves, en vísperas del día más importante de Estados Unidos, ese 4 de julio en el que los delegados de las 13 colonias británicas aprobaron, en el año de 1776, la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Estamos en vísperas del día de la fiesta nacional, y no sería extraño que se celebrara con el Dow Jones arriba de los 17,000 pts.
Hoy, al final, se quedaron con las ganas de conquistar con los 17,000 del Dow, aunque no de cerrar en nuevos récords tanto el Dow Jones como el S&P’s 500. Al cierre, el Dow avanzó un 0.77% ára acabar en un nuevo máximo de 16,956.07 pts en tanto el Nasdaq trepó un 1.14% y concluyó en los 4,458.65 pts. Elñ S&P’s 500 aumentó un 0.67% y cerró la sesión en los 1,973.32 pts, lo que también es el nivel más alto de su historia.
La jornada ya empezó bien, con firmes subidas, alentado por los avances en Europa y en China, donde el PMI manufacturero volvió a situarse, después de seis meses, por encima de la lectura de 50, lo que significa expansión del sector, un indicio de que las políticas de estímulo anunciado por las autoridades chinas están funcionando.
Después de la apertura se publicaron dos indicadores en Estados Unidos, ambos ligeramente por debajo de lo previsto. El ISM manufacturero se situó en 55.3 en junio, muy cerca de la lectura de mayo (55.4), aunque ligeramente por debajo de lo pronosticado por los analistas (55.6). Por otro lado, el gasto en construcción aumentó un 0.1% en mayo, y aunque vino peor de lo previsto se vio más que contrarrestado por la fuerte revisión al dato de abril, que pasó de +0.2% a +0.8%.
También a lo largo del día se estuvieron publicando las ventas de vehículos para el mes de junio. General Motors, que lleva una mala época retirando autos dañados y compensado a familiares de víctimas, reportó un incremento en las ventas de un 1% en junio, cuando el consenso estimaba que cayeran un 6.3%. Las acciones de General Motors treparon un 3.5%.
Pero donde estuvo concentrado el rally hoy fue entre las llamadas empresas de pequeña capitalización, o “small caps”. El Russell 2000, que llegó a contraerse un 9.3% hasta mediados de mayo, ha rebotado con virulencia y está siendo clave a la hora de explicar la fortaleza de la bolsa. El Índice de Biotecnología del Nasdaq, que llegó a desplomarse un 21% de febrero a abril, hoy trepó un 2.4% de la mano de empresas como Biogen (+3.1%), una acción que llegó a caer un 16% este año, entre los meses de marzo y abril.
Netflix, otra empresa que fue golpeada durante ese período, ascendió hoy un 7.6% luego de que mejorara su recomendación Goldman Sachs. Amazon.com Inc (NASDAQ:AMZN) aumentó un 2.4%.
Así que el segundo semestre no pudo empezar mejor: el Dow Jones y el S&P’s 500 cerraron en nuevos máximos; el Dow acaricia los 17,000 y los puede rebasar esta misma semana, antes del 4 de julio; y sobre todo, las “small caps”, las grandes ganadoras del año pasado, están de nuevo que rugen. Todos advierten de peligros, pero de momento, ¡sigamos comprando que esto todavía tiene cuerda!.