El dólar se fortalece de manera generalizada en un entorno de pérdidas en bonos gubernamentales ante la posibilidad de un alza en tasas por el Fed y recientes comentarios con sesgo hawkish por parte de sus miembros, con la probabilidad de al menos un aumento antes de cerrar el año en nuevos máximos de 68%. Evans, miembro que no vota este año pero sí el siguiente, afirmó que la política monetaria del Fed “podría cambiar pronto” y que un alza en la última junta del año “podría ser adecuado” ya que un movimiento “no es un gran tema”. En otras noticias, el premier chino Li Keqiang aseguró que los riesgos por la elevada deuda (en particular corporativa) son controlables y que confía en que las metas económicas de este año se pueden lograr. A pesar de que la economía superó las expectativas en el 2T16 y se ve más positivo para este trimestre, aún enfrenta presiones a la baja. Estos comentarios intentan imbuir confianza en los mercados, que si bien se han estabilizado todavía se encuentran preocupados por
las salidas de capital y la caída del yuan, alcanzando ayer su nivel más bajo desde el 3T10. La fortaleza del dólar también impacta al petróleo que cae 1.2% a pesar de que la segunda compañía rusa más importante, Lukoil (MCX:LKOH), dijo que los productores de ese país se unirán para apoyar al gobierno en las pláticas sobre un acuerdo con la OPEP para congelar o limitar la producción. En Alemania, el índice ZEW de expectativas de octubre mejoró más de lo esperado al ubicarse en 6.2pts desde 0.5 el mes anterior, con un rebote importante y recientes indicadores más fuertes, logrando su mejor nivel desde junio antes del Brexit.
En el Reino Unido, una corte en Londres podría decidir si Theresa May puede convocar el Artículo 50 (que da inicio al proceso de salida) unilateralmente o si tiene que ser aprobado por los legisladores, este último pudiendo complicar y/o retrasar el proceso significativamente. La debilidad de la libra en los últimos días constituye un riesgo creciente para la inflación y por ende para el programa de estímulo del BoE, con Michael Saunders diciendo que no están preocupados por la volatilidad de corto plazo de la moneda pero están observando su impacto en los precios.