• A partir de esta semana, la OTAN fortalecerá sus posiciones en Europa del Este.
• Los precios del gas han subido más de 25% en las primeras semanas de 2022.
• La aplicación de sanciones económicas podría limitar el crecimiento mundial.
El conflicto se suma a una nutrida lista de riesgos que se evalúan en 2022
La escalada de las tensiones geopolíticas en torno a un posible conflicto militar en Ucrania han sido un factor importante detrás del fuerte pesimismo que predomina en los mercados esta mañana. Puntualmente, la noticia de que tanto Estados Unidos como Reino Unido han instruido la salida de algunos diplomáticos y de sus familias de territorio ucraniano, junto con el anuncio del reforzamiento de las posiciones militares de la OTAN en el este de Europa, son los eventos que han servido como catalizador de las preocupaciones. Ahora, los mercados se enfrentan a una elevada incertidumbre, pues la estabilidad de región no había tenido una amenaza de esta envergadura desde 2014, cuando se dio una confrontación por el dominio de la península de Crimea, y el alcance de las consecuencias que pudieran generarse es desconocido. En este contexto, el índice de volatilidad del mercado de opciones de Chicago (VIX) presenta hoy un alza de 20.6%, la más abultada en los últimos 12 meses.
Crece la especulación sobre una posible intervención militar en Ucrania
Aunque las raíces del conflicto se remontan varios años en el pasado, los sucesos actuales están relacionados con la publicación de reportes de inteligencia a principios de noviembre de 2021 que informaban de la concentración de hasta 100 mil unidades militares rusas en la frontera con Ucrania. En las semanas posteriores, la especulación sobre una invasión militar a este país ha crecido y provocado un sentimiento de alarma entre los miembros de la Unión Europea, organismo con el que Ucrania se encuentra en proceso de ingreso, y la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN). De momento, ninguna de las entidades supranacionales ha respaldado la posibilidad de una operación militar de gran escala, pero se ha advertido a Rusia de severas sanciones económicas en caso de que la intervención se concrete.
La aplicación de sanciones económicas podría limitar el crecimiento mundial
En el frente económico, el principal impacto de los eventos recientes ha sido el alza de los precios del gas en Europa, asunto sensible en tiempos en los que la inflación se encuentra en niveles históricos alrededor del mundo. De prolongarse esta tendencia, será difícil que la inflación mundial se reduzca significativamente, pero los efectos podrían también resentirse en el frente del crecimiento económico, pues los periodos de precios elevados en los energéticos suelen estar relacionados a un menor ritmo de la actividad económica. Además, algunas de las medidas propuestas para sancionar a Rusia podrían afectar los flujos globales de comercio, lo que extendería el actual periodo de debilidad en las cadenas de valor, e imprimiría volatilidad adicional sobre los activos de riesgo como el peso mexicano.
¿Qué esperar?
El conflicto geopolítico en el este de Europa se suma a una nutrida lista de riesgos que los mercados ponderan a inicios de año, incluyendo la agresiva agenda de normalización de la política monetaria y el impacto de la variante Ómicron del Covid-19. Así, el sentimiento en estas primeras semanas de 2022 es bastante negativo y los activos de seguridad como el oro, el franco suizo y el índice del dólar se han fortalecido. De momento, es poco claro que alguna de las partes tenga la voluntad de escalar el conflicto a proporciones mayores y, en su lugar, es probable que veamos la aplicación de medidas económicas como la exclusión de Rusia del sistema internacional de pagos SWIFT o el control de exportaciones hacia dicho país, mientras que la respuesta a estos elementos podría darse a través de un férreo control de la oferta de energéticos en Europa. Nos mantendremos atentos a los sucesos en esta materia, pues ha sido uno de los catalizadores detrás del desempeño negativo de los mercados y de la depreciación de más de 1.0% que presenta hoy el peso mexicano, que ahora se ubica en $20.63 por dólar.