La minera canadiense Barrick Gold (NYSE:ABX) anunció el 25 septiembre un acuerdo para adquirir a la británica Randgold Resources (LON:RRS) por 6,000 millones de dólares estadounidenses. Esto le permitirá operar cinco de las 10 minas de bajo costo y ser el mayor productor de oro en el mundo.
Los movimientos de la minera canadiense son seguidos de cerca por China, que tiene inversiones en la compañía. Shandong Gold Group, una estatal china, tiene un acuerdo de asociación con Barrick que se profundiza cada vez más, al grado de que se rumora que Sandong puede comprarlo.
Barrick Gold ha sido una historia de cambio. En los últimos años, la compañía ha reducido la deuda en casi $ 10 mil millones, a $ 5 mil millones, a través de la venta de activos y el flujo de caja generado internamente. Las acciones, en alrededor de $ 10.50, se cotizan en 19 veces, proyectan ganancias para 2018 de 55 centavos por acción y rinden poco más del 1%.
Hay razones por las que el gigante asiático iría por el productor de oro. China es el mayor demandante de metales preciosos (el oro por su valor como inversión y la plata por sus aplicaciones industriales) y, por otro lado, la compañía ha tenido un mejor desempeño financiero.
“Barrick Gold ha sido una historia de cambio. En los últimos años, la compañía ha reducido la deuda en casi 10 mil millones de dólares, a 5 mil millones, a través de la venta de activos y el flujo de caja generado internamente. Las acciones, en alrededor de 10.50, se cotizan en 19 veces, proyectan ganancias para 2018 de 55 centavos por acción y rinden poco más del 1%”, dice Andrew Bary en un artículo en Barron’s.
Además, si el oro sube de precio, las acciones de la minera también lo harán. Pero, más importante, también puede aumentar la existencia del metal áureo. Se estima que hay seis mil millones de onzas de oro en el mundo, por valor de más de siete billones de dólares, alrededor del 30% del valor del S&P 500. El suministro anual de minas nuevas agrega menos del 2% al total mundial.
No sería raro que China se haga dueña de esta minera y de otras occidentales pues, como dice la regla de oro: quien tiene el oro, pone las reglas.