Consulta favor cancelar NAIM, edificar terminal Santa Lucía (R)

(Retransmite la historia publicada el 28 de octubre, a las 11:55 pm)

Infosel, octubre. 28.- La consulta que organizó el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para conocer la opinión de la ciudadanía en torno a si debía mantenerse o no la construcción de una nueva terminal aérea en lo que fue el Lago de Texcoco, resolvió cancelar esa obra de infraestructura, con la que el gobierno actual esperaba resolver el problema de la saturación aérea de la capital del país.

Los resultados del ejercicio sientan así las bases para que mañana López Obrador, quien tomará posesión el 1 de diciembre, anuncie que cancelará esa obra de 13 mil 300 millones de dólares y que diseñaron las arquitectos Norman Foster, de Inglaterra, y Fernando Romero, de México.

El presidente electo dará una conferencia de prensa a las 10:00 a.m. para fijar su postura en torno a qué procederá dados los resultados que arrojó la consulta ciudadana, aunque el futuro mandatario de México había ya indicado que respetaría el resultado por lo que es altamente probable que lo corrobore y dé por terminada esa obra, aun cuando lleva entre 20 y 30% de avance.

En la consulta, sólo 30% de las personas que votaron, o cerca de 310 mil participantes, apoyaron mantener la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, mientras que el resto --70%-- prefirió cancelar esa obra, a favor de edificar una nueva terminal en la base militar aérea de Santa Lucía, que el futuro gobierno piensa que podrá operar de manera simultánea con el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para duplicar el número de operaciones aéreas en el Valle de México.

A esas dos terminales, habría que sumar una ampliación del aeropuerto ubicado en Toluca, la capital del Estado de México, a 55 kilómetros al poniente de la capital.

De acuerdo al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, la cancelación de NAIM representará erogaciones de más de 100 mil millones de pesos (cinco mil 130 millones de dólares), que tendrá que cubrir la administración entrante cuando asuma el poder.

El fin de la obra muy probablemente también golpee la imagen de México en el exterior y reduzca los niveles de confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros en el gobierno entrante, al generar desconfianza jurídica en los contratos firmados por un gobierno, aunque eso podría aminorase si la administración entrante cumple con todos los compromisos financieros de sus obligaciones contractuales, como ha repetido López Obrador que hará.

Claro que el hacerlo representará un gasto presupuestal que de otra manera pudo haber destinado para otras obras o incluso para otros programas sociales.

Las complicaciones financieras que muy probablemente traiga la decisión de cancela el NAIM, junto con un posible impacto a la confianza de los inversionistas en el país, hizo que de inmediato el tipo de cambio reaccionara de manera negativa a los resultados que dio a conocer el equipo de transición de López Obrador en torno a la consulta.

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La moneda mexicana perdía cerca de 30 centavos contra el dólar en los mercados asiáticos para cotizar en 19.63 pesos por dólar, o un descenso de 1.3% con relación al cierre del viernes de 19.35.

Los resultados de la consulta también generaron de inmediato reacciones políticas. El Partido Acción Nacional (PAN), opositor al partido del presidente López Obrador, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), descalificó el ejercicio por las fallas que presentó y advirtió que con él se hizo una simulación para respaldar una decisión ya tomada por el presidente electo, quien, de hecho, desde su campaña se opuso a continuar construyendo el NAIM.

"Con los resultados de esta consulta, vemos que se cumplieron los peores augurios que habíamos denunciado puntualmente. Lo más seguro es que ganara Santa Lucía porque López Obrador ya lo había decidido así", dijo el PAN en su cuenta de la red social Twitter. "No podemos hablar que la consulta del #NAIM fue un éxito cuando sólo voto el 1% del padrón electoral, cuando faltó la página de internet, la tinta se borraba y donde se podía votar varias veces. Esto no es democracia es demagogia".

Por su parte el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la organización más representativa de los intereses del sector privado en México, también criticó la forma como el equipo de López Obrador, con la ayuda de la Fundación Arturo Rosenbleuth, llevó a cabo el ejercicio de consulta ciudadana.

"Reiteramos nuestra posición de que esta consulta, tal como fue organizada, no debe ser vinculante y no ofreció garantías de imparcialidad, certeza y objetividad", escribió Juan Pablo Castañón, presidente de CCE, en su cuenta de Twitter, aun cuando reconoció el deseo de los ciudadanos por expresar su opinión.

El empresario, sin embargo, se abstuvo de hacer un mayor pronunciamiento hasta conocer la postura oficial de López Obrador.

"Estaremos atentos a las declaraciones y toma de decisiones del gobierno en transición para hacer nuestro posicionamiento al respecto", agregó Castañón.

Los resultados de la consulta contrastan con lo que las encuestas habían venido mostrando. En la mayoría de ellas, la mayoría de los encuestados favorecían mantener la edificación del NAIM en Texcoco y rechazaban la opción alterna.

La diferencia entre ambas propuestas era de entre 10 y 20 puntos porcentuales. En cambio, la consulta de López Obrador, que mostró diversas vulnerabilidades, arrojó un resultado completamente distinto.

En un principio, el equipo de López Obrador había indicado que además de la consulta realizarían una encuesta. Sin embargo, con el tiempo desecharon esta segunda forma de medición para inclinarse sólo por la consulta, que duró cuatro días y que conforme el recuento de los votos de las urnas que se abrieron con ese propósito, los ciudadano favorecieron dos a uno la opción alterna a NAIM.

Para los inversionistas directos en la edificación de la nueva terminal en Texcoco su posible cancelación no representará menoscabo, ya que tanto los seis mil millones de dólares en bonos verdes que emitió la empresa estatal encargada de edificar esa obra, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), en mercados internacionales, como la inversión de 30 mil millones de pesos que realizaron diversos inversionistas y empresas administradora de los fondos para el retiro de los trabajadores (afores), están respaldados por el cobro de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), que pagan todos los pasajeros que usan el actual aeropuerto al comprar un boleto de avión.

"La cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco no afecta a las inversiones que realizaron las afores en dicho proyecto y, por lo tanto, los recursos de los trabajadores están salvaguardados", dijo la Asociación Mexicana de Afores (Amafores), en un comunicado de prensa. La inversión de la afores "cuenta con garantías suficientes para recuperar el capital más un rendimiento superior a la inflación".

Las afores que invirtieron en la terminal que muy probablemente se cancele fueron: Afore Inbursa (MX:GFINBURO), Afore XXI Banorte (MX:GFNORTEO), Afore Profuturo y Pensionissste, las cuales inyectaron cerca de 13 mil 500 millones de pesos de los 30 mil que recabó GAMC al emitir un instrumento conocido como fibra-E.

Las empresas contratistas que podrían registrar los mayores impactos por la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco son: Operadora Cicsa, una filial de Grupo Carso (MX:GCARSOA1), el conglomerado industrial del empresario Carlos Slim, el hombre de negocios más acaudalado de México; Constructora y Edificadora GIA+A, del empresario Hipólito Gerard Rivero; Promotora y Desarrolladora Mexicana, del empresario Olegario Vázquez Aladir; Empresas ICA (OTC:ICAYY), la otrora mayor constructora de México; y La Peninsular, de Carlos Hank Rohn.

Algunas empresas extranjeras también involucradas en el proyecto de NAIM son: las españolas Aldesa, Acciona (MC:ANA) Infraestructura y FCC (MC:FCC) Construcciones, que es también controlada por Slim.

Claro que en el caso de los contratistas, López Obrador ha dicho que buscará reemplazar sus contratos por otros nuevos que sean equiparables cuando comience la obra de la terminal aérea en Santa Lucía, a 36 kilómetros del aeropuerto actual de la capital, aunque para que eso ocurra deberán realizarse antes otros estudios de aeronáutica en los próximos cuatro meses, para que con ellos se garantice que se pueden realizar operaciones simultáneas entre esa terminal y el aeropuerto en operaciones de la zona metropolitana.