Barril cae 2 dólares por el temor a la pandemia en Asia y posible alza de tasas en EEUU

Reuters

Publicado 19.05.2021 07:09

Actualizado 19.05.2021 15:35

Por Laura Sanicola

NUEVA YORK (Reuters) - Los precios del petróleo cayeron el miércoles más de 2 dólares por barril a un mínimo de tres semanas, por el temor a que el alza de los casos de COVID-19 en Asia reduzca la demanda y a que la preocupación por la inflación en Estados Unidos lleve a la Reserva Federal a subir las tasas de interés.

* Los operadores también mencionaron los reportes de que las conversaciones nucleares con Irán estaban progresando, lo que podría aumentar la oferta mundial de crudo y deprimir los precios.

* Los futuros del Brent cayeron 2,05 dólares, o un 3,0%, para situarse en 66,66 dólares el barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) perdió 2,13 dólares, o un 3,3%, a 63,36 dólares. A primera hora del día, el WTI había bajado más de un 5%.

* El cierre fue el más bajo de ambas referentes desde el 27 de abril.

* El Brent había subido el martes a un máximo de 10 semanas por encima de los 70 dólares el barril en las operaciones intradía, debido al optimismo de que la demanda de petróleo aumente con la reapertura de las economías de Estados Unidos y Europa. Sin embargo, retrocedió por el temor a la desaceleración de la demanda de combustible en Asia, donde el aumento de los casos de COVID-19 ha provocado nuevas restricciones en India, Taiwán, Vietnam y Tailandia.

* "El panorama mundial de la demanda es probablemente el más dividido desde el comienzo de la pandemia, con perspectivas de mejora de la demanda en Occidente frente a un deterioro de las de Asia", dijo Sophie Griffiths, analista de mercado de OANDA, quien dijo que la situación alentaba la volatilidad.

* Los analistas han dicho que Irán podría proporcionar entre 1 millón y 2 millones de barriles diarios (bpd) de suministro adicional de petróleo si se llega a un acuerdo. 

* La especulación de que la Reserva Federal pueda subir los tasas de interés pesó sobre las perspectivas de crecimiento económico e hizo que los inversores redujeran su exposición al petróleo y a otras materias primas, al bitcóin y a otras criptodivisas, y a las acciones.