Testimonio de Yellen; Trudeau y Netanyahu con Trump

 | 12.02.2017 21:10

Acaba la semana con Wall Street, en todo pleno, en nuevos récords históricos. El ánimo alcista se reactivó gracias al rebote de los precios del petróleo, la promesa de Trump de que habrá un recorte de impuesto “fenomenal” que estará listo en “dos o tres semanas”, y un ánimo más cordial con Asia. A China le prometió que continuará la política de “Una China” y a Japón, de quien dijo que era un “firme aliado” de Estados Unidos, sobre todo en cuestiones de seguridad y defensa. Al respecto, Trump dijo que una buena relación entre Estados Unidos y China también beneficia a Japón. Durante la semana, el Dow Jones subió un 1.0%&m, el S&P’s 500 un 0.8% y el Nasdaq un 1.2%.

En México, la situación sigue enrarecida, pero la semana fue buena para los mercados. La inflación se disparó en enero, y pese a las evidencias de desaceleración de la economía mexicana, a Banxico no le tembló la mano a la hora de elevar la tasa de referencia en otros 50 pbs para situarlas en 6.25%. El peso, que se debilitó al inicio de la semana, logró borrar las pérdidas en los tres últimos días y cerró en los 20.35 pesos por dólar. Y la bolsa mexicana logró ganar un 1.5%.

LA SEMANA EN ESTADOS UNIDOS

La semana que viene será muy intensa en todos los frentes. En Estados Unidos, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, realizará su testimonio semestral en el Congreso. Será el martes y el miércoles. Los inversionistas estarán pendientes de si manda alguna señal sobre la posibilidad de un alza de tasas en la próxima reunión de mediados de marzo. Ese escenario ha perdido fuerza tras el dato de empleo de enero: aunque el aumento en la nómina no agrícola fue espectacular, la tasa de desempleo aumentó por el reingreso de estadounidenses a la fuerza laboral y, sobre todo, las remuneraciones por hora inesperadamente se desaceleraron hasta situarse en una tasa anual de 2.5%, lo que indica el bajo crecimiento de los salarios y la existencia de, aún, una elevada capacidad ociosa en el mercado laboral.

Aun así, las tentaciones de la Fed de incrementar las tasas de interés en marzo siguen latentes. Y nos tememos que Yellen se encargará de dejar claro que las opciones de una subida de tasas en marzo están aún sobre la mesa. Las razones son simples: la política monetaria sigue siendo excesivamente acomodaticia para una situación económica en la que la Fed está cerca de alcanzar su doble mandato, el de pleno empleo con una inflación cercana al 2.0%. Y por otro lado, los mercados se han vuelto a estirar demasiado, lo que podría poner en riesgo la estabilidad financiera futura. La posibilidad de una alza de tasas en marzo ya ha sido anticipada por algunos miembros de la Fed, como el presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, quien este año vota en las reuniones del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC por sus siglas en inglés), y por el de San Francisco, John Williams (aunque este año él no vota en el FOMC).

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La economía, por otro lado, marcha bien, a la espera de conocer un programa impositivo de Trump que promete ser muy expansivo: el mercado laboral sigue muy dinámico, tal y como mostró no sólo el reporte de empleo, sino también las cifras semanales de solicitudes de subsidios de desempleo; la confianza del consumidor y de los empresarios se ha fortalecido, y la inflación está repuntando y empieza a ser consistente con el objetivo de 2.0%. Claro, que todavía hay muchos factores de incertidumbre: sabemos, en términos generales que Trump pretende recortar impuestos, impulsar el gasto en infraestructura y desregular a la economía. Pero al mismo tiempo amenaza con restringir el comercio e imponer aranceles. Detalles sobre esos temas aún se saben poco, así como cuál será el efecto neto sobre la economía.

En ese sentido, la semana que viene incorporará varios datos que pueden influir a la Fed, sobre todo los precios al consumidor de enero, que aunque no es el dato preferido de inflación de la Fed nos dirá qué tan fuertes andan las presiones alcistas, así como las ventas minoristas, la producción industrial y los inicios de casas, también para el mes de enero. Tampoco perderán de vista el reporte semanal de solicitudes de subsidios de desempleo.

En lo que se refiere a la inflación, el reciente repunte de los precios del petróleo puede llevar la tasa anual de la inflación general a 2.4% en enero comparado con 2.1% en diciembre. Sin embargo, excluyendo alimentos y energía, la tasa anual podría desacelerarse a 2.1% comparado con 2.2% el mes previo. Por otro lado, el consumo se espera que permanezca robusto en enero, salvo por las débiles ventas de autos de ese mes. Las ventas totales podrían crecer sólo un 0.1% en enero respecto al mes previo, comparado con 0.6% en diciembre. Pero excluyendo autos, podrían acelerarse a 0.4%, el doble del registrado un mes antes.

LA SEMANA EN MÉXICO

En México, la atención sigue vertida en las negociaciones con Estados Unidos. Por tanto, estará pendiente de dos visitas que acudirán a la Casa Blanca la semana que viene. La primera es la del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el tema será al renegociación del Tratado de Libre Comercio (Nafta por sus siglas en inglés) así como el polémico oleoducto de Keystone. Canadá también teme por el proteccionismo de Trump, y Fitch le ha advertido que en caso de que salga desfavorecido, podría quitarle la calificación de “AAA” sobre su deuda. Una vez que la visita del presidente Enrique Peña Nieto se malogró, de esta visita se conocerán los términos que Trump planea para el Nafta. No hay que olvidar, en ese sentido, que Canadá no dudó en decir que también estaba en el interés de su país en expulsar a México del Nafta, y ha insistido en que las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos están prácticamente en tablas. El déficit de Estados Unidos con Canadá fue de 11,240 mdd en 20216 comparado con los 63,200 mdd con México. Por tanto, ambos países podrían buscar fortalecer y mejorar sus relaciones comerciales, pero pueden verse tentados a prescindir de México. La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, ya se reunió con el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, y dijeron que las pláticas fueron fructíferas. Además de la importancia del sector automotriz, Canadá es el mayor proveedor de crudo a Estados Unidos.