Solo hay un "almuerzo gratis" en la gestión: el de la diversificación

 | 30.09.2022 03:47

¿El principio?  Al aumentar el número de posiciones en una cartera, es posible mejorar la famosa relación riesgo-rendimiento.  En otras palabras, la diversificación reduce el riesgo de la cartera sin sacrificar el rendimiento.  ¿La razón?  La mayoría de valores o activos tienen una correlación entre ellos menor a uno, es decir, sus movimientos no son completamente sincrónicos.  Así, cuando un activo sufre una pérdida, esta última puede ser compensada por el cambio de precio de otro activo.

Durante las últimas cinco décadas, la diversificación ha sido inherente a la construcción de carteras.  

La tendencia ha sido incluso hacia la sobrediversificación, con la inclusión de valores en una cartera únicamente para reducir la volatilidad y no por sus cualidades intrínsecas.  Según muchos observadores, esta diversificación excesiva es una de las principales razones del bajo rendimiento relativo de la mayoría de los fondos de inversión... y del creciente éxito de los ETF.

Gráfico 1: Un estudio de SPIVA y S&P (a finales de 2019) muestra que el 91 % de los gestores de carteras de renta variable de EE.UU. tienen un rendimiento inferior al del índice S&P 500 durante 15 años