Repunta el grano al comienzo de la cosecha 2020; 3 razones por las que 2021 podría ser aún mejor

Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com

• Repunte de finales de temporada de la soja, el maíz y el trigo
• El vendaval del 10 de agosto: recordatorio del frágil estado del suministro
• La demanda de alimentos sigue aumentando
• Tres razones por las que 2021 podría ser un año alcista para los precios del granos y las semillas oleaginosas

La llegada de septiembre significa que la temporada de cosecha 2020 en Estados Unidos y los países del hemisferio norte está en el horizonte inmediato. Los granos y las semillas oleaginosas son los productos agrícolas que alimentan al mundo. Todos los signos indican que habrá un amplio suministro que cumplirá todos los requisitos en los próximos meses.

Cada año es siempre una nueva aventura cuando se trata de la producción agrícola. La madre naturaleza determina el clima, por lo que es responsable del volumen de los cultivos. Estados Unidos es el principal productor y exportador mundial de maíz y soja, y un productor líder de trigo. El consumo es generalizado, ya que todas las personas del mundo tienen que comer.

Han pasado ocho años desde que un evento meteorológico hiciera que los precios del maíz, la soja y el trigo se dispararan. La sequía de 2012 envió los futuros de maíz y alubias a máximos históricos, y el trigo registró su precio más alto desde la sequía mundial de 2008. Desde 2012, el mundo ha añadido unos 640 millones de bocas más que alimentar. El lado de la demanda de la ecuación fundamental para los productos agrícolas es un factor en constante crecimiento. Mientras tanto, el suministro puede ser tan voluble como el clima.

Los precios de los futuros del grano y las semillas oleaginosas a menudo experimentan repuntes y una mayor volatilidad de los precios durante las temporadas de siembra de primavera y verano debido a la incertidumbre del clima y su impacto en el suministro anual. En 2020, los mercados de futuros experimentaron repuntes a finales de temporada a partir de mediados de agosto.

Fuente de todos los gráficos: CQG

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El gráfico diario de la nueva cosecha de la soja de noviembre destaca el repunte desde los 8,6525 dólares del 10 de agosto hasta los últimos máximos registrados en 9,6950 dólares el 4 de septiembre, lo que supone una subida del 12% en menos de un mes. Las alubias de noviembre alcanzaban los 9,69 dólares al final de la semana pasada en máximos.

 

Los futuros de nueva cosecha de maíz de diciembre aumentaron desde los 3,20 dólares por fanega del 12 de agosto hasta los máximos de 3,6425 dólares registrados el 31 de agosto, o un 13,8%. Los futuros de diciembre se situaban justo por debajo del nivel de 3,58 dólares el viernes 4 de septiembre.

Los futuros de trigo CBOT de diciembre aumentaron desde los 4,97 dólares del 12 de agosto hasta los 5,6850 del 1 de septiembre, o un 14,4%. Los futuros del trigo superaron los 5,50 dólares por fanega a finales de la semana pasada.

El vendaval del 10 de agosto: recordatorio del frágil estado del suministro

El informe agrícola mundial sobre la oferta y la demanda de agosto del Departamento de Agricultura de Estados Unidos no fue tan alcista para los precios de los futuros de granos y semillas oleaginosas. El informe indicaba que el suministro de productos agrícolas será amplio en el año agrícola 2020 y suficiente para satisfacer las necesidades mundiales.

Sin embargo, dos días antes del informe, un viento violento acompañado de tormentas arrasaba las fértiles llanuras de Estados Unidos, provocando algunos daños a los cultivos. El evento meteorológico fue un recordatorio de que los suministros anuales de los productos que alimentan al mundo son tan volubles como el clima cada año.

La Madre Naturaleza ha cuidado de los mercados agrícolas de Estados Unidos en los últimos ocho años, pero eso no es garantía de futuro. El vendaval fue una llamada de atención para los consumidores de que el abundante suministro de granos y de semillas oleaginosas depende de las condiciones climáticas. El lado de la oferta de la ecuación fundamental en los productos agrícolas es una cuestión anual y puede ser muy variable.

h2 La demanda de alimentos sigue aumentando/h2

Mientras tanto, el lado de la demanda de la ecuación es un factor cada vez más de peso para los productos que alimentan al mundo. Cada trimestre, la población mundial aumenta en unos 20 millones de personas. A principios de este siglo, había aproximadamente 6.000 millones de bocas que alimentar en nuestro planeta.

Fuente: Oficina del Censo de Estados Unidos

Como muestra el gráfico anterior, a finales de la semana pasada, esa cifra ascendía a más de 7,678 millones, casi un 28% más que en las últimas dos décadas. La tasa de crecimiento exponencial de la población implica que, a más personas, más productos nutricionales se requieren cada día.

El lado de la oferta de la ecuación para los alimentos necesita mantener el ritmo de la siempre creciente demanda. Por lo tanto, la variabilidad del suministro debido a las condiciones climáticas podría provocar períodos de extrema volatilidad en los mercados de futuros de granos y semillas oleaginosas en los próximos años si el suministro se vuelve escaso.

h2 Tres razones por las que 2021 podría ser un año alcista para los precios del grano y las semillas oleaginosas/h2

La primera razón para una previsión alcista en los mercados agrícolas de cara a 2021 es la demografía. La ecuación fundamental nos dice que la volatilidad de la oferta y el aumento constante de la demanda es un cóctel que provocará importantes oscilaciones de los precios. Los precios del maíz, la soja y el trigo se encuentran en niveles considerablemente más bajos que en 2012. Un evento meteorológico podría causar bruscos repuntes en el mercado de futuros. Desde 2012, la población mundial y el lado de la demanda de la ecuación han crecido en 640 millones de personas.

La segunda razón es la reciente tendencia del dólar estadounidense. El dólar es el mecanismo de fijación de precios para la mayoría de las materias primas, y los mercados de granos y semillas oleaginosas no son una excepción. Una caída del dólar tiende a impulsar los precios de las materias primas.

El gráfico del índice dólar de Estados Unidos indica que se ha trasladado a una tendencia bajista desde marzo de 2020 y que ha superado el soporte técnico de 93,395 mínimos de septiembre de 2018. Una caída del dólar es alcista para los precios del maíz, la soja y el trigo.

Finalmente, a finales de agosto, la Reserva Federal de Estados Unidos dijo a los mercados que están dispuestos a tolerar niveles de inflación más altos en los próximos meses y años. El objetivo del 2% se ha convertido en más bien una media, pues los miembros de la Fed dijeron que, como la inflación se ha mantenido por debajo del objetivo durante tanto tiempo, estarían dispuestos a verla por encima de dicho objetivo antes de subir los tipos a corto plazo. El aumento de la inflación, el nivel sin precedentes de liquidez del banco central y los programas de estímulo del Gobierno son altamente inflacionarios. Una inflación más elevada respalda enormemente la subida de los precios de las materias primas.

Mientras tanto, la Madre Naturaleza tiene la clave de los mercados agrícolas. Si bien es probable que suban los precios del maíz, las alubias y el trigo debido a factores económicos, un evento meteorológico en 2021 tendría el potencial de activar repuntes que podrían llevar los precios a nuevos máximos históricos en vista del lado de la demanda cada vez mayor de esta ecuación fundamental.

Escrito por: Andy Hecht