Nike, casi en máximos históricos aunque aún vale la pena comprar. Aquí el porqué

 | 26.09.2019 07:52

En un mundo en el que Amazon (NASDAQ:AMZN) está asfixiando a sus competidores, es difícil encontrar compañías de consumo que hayan superado tan consistentemente las expectativas. El gigante de ropa deportiva Nike (NYSE:NKE) es sin duda una de ellas.

La compañía dijo el martes que ganó 0,86 dólares por acción en su primer trimestre fiscal, que concluía el mes pasado, superando con creces las estimaciones de los analistas. Estas ganancias trimestrales por acción superaron incluso la estimación más alcista de Wall Street en 0,13 centavos. Las ventas habían aumentado un 7% anteriormente y se expandieron un 10% tras ajustarse en función de las oscilaciones monetarias.

Nike ha superado las estimaciones de ganancias trimestrales más del 90% de las veces en los últimos 11 años durante un período en el que los disruptores online, como Amazon, se hicieron con una parte importante del gasto de los consumidores.

Al frente de esta de esta gran carrera ascendente está la "Triple doble estrategia" de la compañía, que significa duplicar los recursos de sus propiedades digitales, acelerar la innovación y la creación de productos, y profundizar las conexiones individuales.

Muchos ejecutivos utilizan un lenguaje similar cuando se comunican con los accionistas, pero cuando se trata de Nike, hay un visible progreso sólido que la respalda. La marca Nike se ha convertido en una marca afianzada y potente, cuyas zapatillas deportivas y gamas de ropa se llevan ahora en todas partes, y no sólo en el gimnasio, o en el campo de fútbol.

Nike está ganando en todas partes

El resultado de estos esfuerzos es que Nike cada vez le roba más cuota de mercado a su principal rival europeo, Adidas AG (DE:ADSGN), incluso en su mercado nacional, mientras que ha ofrecido una actuación sobresaliente en los principales mercados de crecimiento de Asia.

En el último informe, las ventas de Nike en China, por ejemplo, aumentaron un 27%, excluyendo los efectos monetarios, a pesar de la creciente guerra comercial que, técnicamente, debería zarandear duramente a las marcas estadounidenses en la nación comunista.