Lucha de dividendos: Ford o AT&T, ¿qué empresa es más segura?

 | 12.03.2019 03:38

Las acciones de alto rendimiento de dividendos pueden ser a veces un arma de doble filo. Las empresas que se enfrentan a serios problemas de liquidez, disminución de la demanda o sobrendeudamiento, podían ver disminuida la confianza de los inversores rápidamente. Semejante mezcla tóxica de problemas suscita el riesgo de un desplome de precios, lo que impulsaría el aumento del rendimiento por dividendo de las acciones.

Dos marcas icónicas estadounidenses —Ford Motor Company (NYSE:F) y AT&T Inc. (NYSE:T)— se enfrentan a este tipo de situaciones. Durante los últimos años, los precios de las acciones han ido descendiendo, mientras que sus rendimientos por dividendo han aumentado. Ambas empresas ofrecen un rendimiento de cerca de un 7%— una muy atractiva tasa de rendimiento en un momento en el que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense ha disminuido, mejorando el atractivo de sus ingresos.

Una mirada más profunda a los problemas a los que se enfrentan nos ayudará a entender si sus elevados rendimientos ofrecen una oportunidad o una amenaza que los inversores deberían evitar.

Ford: Complicado ejercicio de malabarismo

Después de años de aumento de las ventas, el segundo mayor fabricante de automóviles del mundo está experimentando una ralentización de la demanda de sus vehículos, sobre todo en China y Europa.

En el año fiscal que terminaba en diciembre, el informe de resultados antes de intereses e impuestos indicaba una caída de alrededor del 27%. Más allá de factores cíclicos, el fabricante de automóviles también se enfrenta a presiones de cambios más estructurales que están teniendo lugar en la industria automotriz, en la que las preferencias de los consumidores están cambiando y una gran interrupción de la producción de vehículos eléctricos y autónomos —de Tesla (NASDAQ:TSLA) y el Waymo de Google (NASDAQ:GOOG) está a la vuelta de la esquina.

Para enfrentarse a estos obstáculos, Ford anunció el año pasado un plan de reestructuración de la empresa por valor de 11.000 millones de dólares, repartido en cinco años, que incluye importantes recortes, la eliminación de versiones de algunos modelos de venta lenta y el posible cierre de fábricas enteras en Europa.