Guía de supervivencia para 2019
Guillermo Barba | 08.02.2019 04:49
Sabemos que 2019 será un año complicado en muchos aspectos. Primero, las potencias económicas se van a estancar. En Estados Unidos puede haber una recesión en los próximos 12 meses o hasta en 2020, mientras que China tuvo en 2018 un crecimiento de 6.6%, el más bajo en casi tres décadas y que puede ser peor en este año (sin considerar que además, sus estadísticas no son confiables).
Las bolsas de valores de Estados Unidos entraron en pánico a finales del año pasado y contagiaron su paranoia a la Reserva Federal de EU, que está dando marcha atrás en su política de subir tasas y no sabe qué hacer con el tsunami de liquidez que inundó por casi diez años a los mercados, otorgando dinero fácil a las empresas para endeudarse más.
Tenemos también los conflictos geopolíticos y movimientos populistas, que pueden detonar este peligroso cóctel que explotará en la economía mundial, y los más afectados serán, nuevamente, los más desprotegidos. Hablamos de trabajadores pobres, personas de la tercera edad sin suficientes recursos y generaciones de jóvenes sin buenas perspectivas de futuro.
Adam Taggart, autor de Peakprosperity.com, llama 2019 el “año de la inestabilidad” y propone una “guía de supervivencia” ante todos los sucesos que pueden detonar o exacerbar una recesión. Aquí compartimos con ustedes algunos de los puntos más útiles:
Mejore su salud/ póngase en forma. El activo más valioso de cualquier persona es su salud y, para generar resiliencia en un entorno de inestabilidad, es importante mejorarla, puede ser desde alimentarse mejor, bajar de peso o hacerse los tratamientos o procedimientos necesarios. Si no se tiene salud, nada más importa.
Reforzar las relaciones clave. Nadie sabrá lo que trae el futuro y por ello tendremos que confiar en las personas. Es importante fortalecer las relaciones clave, ya sean interpersonales o de comunidad.
Prepararse para la deflación… y la inflación. Adam Taggart dice que la última década de impresión de dinero (QE 1,2 y 3) ha llevado los precios de los activos al terreno de la burbuja y ha permitido que el crédito se expanda más allá de lo que permiten los fundamentos. Pero si hay algo que detestan los bancos centrales es la deflación, y serían capaces de echar a andar un QE4 antes de permitir que los precios se desplomen. De llevarse a cabo esto, puede venir una hiperinflación, y es aconsejable tener una parte de su cartera en activos que resistan los estragos de la inflación mejor que la mayoría, como el oro.
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Prepárese para las emergencias. Cada parte del mundo tiene sus riesgos inherentes: terremotos, inundaciones, apagones, incendios, etc. Y es necesario asegurar el patrimonio y los activos valiosos. Estos desastres no pueden evitarse la mayoría de las veces, pero se pueden controlar daños contando con un seguro de responsabilidad civil y otros productos financieros para hacer frente a situaciones inesperadas… como el oro físico y el dinero en efectivo.
Vivir una vida resiliente. Nadie puede estar preparado para todas las eventualidades que se presenten en la vida, pero la resiliencia logra precisamente superar los momentos de crisis y ayudar a los demás para seguir adelante.
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Las operaciones con instrumentos financieros o criptomonedas implican un elevado riesgo, incluyendo la pérdida parcial o total del capital invertido, y pueden no ser adecuadas para todos los inversores. Los precios de las criptomonedas son extremadamente volátiles y pueden verse afectados por factores externos de tipo financiero, regulatorio o político. Operar sobre márgenes aumenta los riesgos financieros.
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