El devenir de las curvas soberanas

 | 30.03.2017 05:48

(Por Ailin Do Pazo Glave)

En marzo del 2016 un bono en dólares Argentino a 5 años de duración rendía aproximadamente 7,5%. En ese entonces, las distintas medidas tomadas por el Gobierno de Macri (salida del default y salida de la restricción cambiaria) llevaron a una compresión en todos los tramos de alrededor de 200 puntos básicos. Las expectativas de los inversores, tanto locales como internacionales, sobre una mejora en el balance macroeconómico del país continuó impulsando los rendimientos sobre esta clase de activos.

A fines del año pasado, dos eventos mostraron que el sendero en el que se encaminaba Argentina se discontinuó y hoy se encuentra reposando a la espera de nuevos anuncios. Por un lado, ocurrió que el “evento Trump”, el 9 de noviembre, llevó a la parte larga de la curva de Estados Unidos a revalorizar sus bonos hasta alcanzar rendimientos del 2,5%, ya que consideraban “y consideran” un mayor crecimiento e inflación futura debido a las políticas que haría el nuevo presidente. Este movimiento se anticipó al alza en la parte corta (FED Funds) que había establecido la Reserva Federal en diciembre, en consecuencia desde el frente externo, todo se mantuvo a similar nivel. Por otro lado, nuestra curva soberna en dólares ha dejado de comprimir a valores semejantes de la de nuestros pares latinoamericanos. A pesar del desplazamiento que tuvo la misma en la parte media y larga (ver gráfico 1) por el shock externo, no logró recomponerse a valores mínimos pre Trump (ver gráfico 2).