El aplanamiento de la curva y los bancos detienen el rally del plan fiscal

 | 07.11.2017 18:35

Wall Street cerró hoy mixto. Una pequeño día de tregua en un rally imparable: ayer el S&P’s 500 cerró en un máximo histórico, los 2,591.13 pts. También ayer cerraron en niveles récord tanto el Dow Jones (23,548.423 pts), que hoy logró arañar otro máximo, como el Nasdaq (6,786.44 pts). El rally este año ha sido fabuloso: en lo que llevamos de año, el Nasdaq se ha disparado un 25.5%, el Dow Jones un 19% y el S&P’s 500 un 15.5%. En el resto del mundo, el Stoxx Europe 600 también ha tocado un récord histórico en este mes de noviembre, y el Nikkei se negocia en máximos no vistos en 25 años. Sin embargo, hoy Nueva York cerró con el Dow Jones al alza, el S&P’s 500 prácticamente plano y el Nasdaq con un moderado retroceso. Al cierre de la jornada, el Dow Jones ganaba un 0.04% y sumaba un nuevo récord, los 23,557.23 pts. Pero el S&P’s 500 cedía un 0.02% a los 2,590.64 opts y el Nasdaq un 0.27% a los 6,767.78 pts.

De modo que la pausa de hoy en Nueva York no significa nada: el mercado está en esencia expectante del plan fiscal que podría revelarse esta misma semana. Se espera que el jueves el Senado saque su propuesta de ley basada en la enviada por la Cámara de Representantes, pero con algunas modificaciones importantes.

Desde luego, cada vez está más cerca el anhelo republicano de sacar un recorte de impuestos: controlan la Casa Blanca y todo el Congreso, por lo que está todo en sus manos, sin interferencias del bando demócrata. Sólo hay que librar algunas diferencias para lograr el acuerdo, fundamentalmente cómo van a compensar el costo derivado de la esperada caída de ingresos. Pero son conscientes de que un recorte de impuestos les dará alas de cara a las elecciones legislativas de medio término del año que viene.

El peor sector hoy fue el financiero. La razón fue el aplanamiento de la curva de rendimientos, lo que merma sus márgenes de intermediación del sector financiero y, por tanto, sus ganancias. Pese a las expectativas de nuevas alzas de tasas por parte de la Fed, el tramo largo ha permanecido relativamente estable en tanto el tramo corto se ha visto presionado al incorporar futuros incrementos de tasas. En consecuencia, el diferencial entre la tasa de 10 y 2 años se ha reducido a su nivel más bajo en una década, desde finales de 2007, cuando la inversión de la curva de rendimientos de Estados Unidos anticipó la recesión de 2008 y 2009.