Crisis de chips: un problema multifactorial de escala mundial

 | 14.09.2021 13:56

El cambio de hábitos durante la pandemia, con una mayor demanda de aparatos electrónicos al pasar más tiempo en casa, junto con un previo desorden en las cadenas globales de producción por la guerra comercial entre EUA y China, las heladas de febrero pasado en Texas y un incendio en marzo en una planta de Japón, ha causado escasez mundial de chips o semiconductores y muchas compañías se han visto obligadas a llevar a cabo paros de producción, sobre todo los fabricantes de vehículos.

Primeras señales/h2

Desde el año pasado algunas empresas empezaron a dar señales de un problema que se avecinaba con los semiconductores (chips). En particular, en la industria “gamer” los consumidores reportaron complicaciones a la hora de adquirir nuevas tarjetas gráficas; la empresa Apple (NASDAQ:AAPL) retrasó el lanzamiento de sus nuevos modelos y las consolas de videojuegos de dos de las principales marcas no pudieron satisfacer la demanda. 

Antes de las festividades de Navidad, se multiplicaban las noticias de las dificultades que enfrentaba la industria automotriz global para conseguir chips. Los automóviles nuevos en promedio incluyen más de 100 microprocesadores y los fabricantes no pudieron obtenerlos todos. 

Las medidas de confinamiento impulsaron las ventas de computadoras y otros dispositivos para que las personas pudieran trabajar desde casa, y también compraron nuevos artículos para ocupar su tiempo libre como consolas y videojuegos. Por su parte, la industria automotriz inicialmente vio una gran caída en la demanda y recortó sus pedidos de semiconductores. Esta situación llevó a los fabricantes de chips a cambiar sus líneas de producción y destinar los chips a otros productos. Posteriormente, a medida que se fueron levantando las restricciones de confinamiento se reactivó la fabricación de autos, sin que la demanda de productos de electrónica de consumo dejara de crecer. 

Situación actual/h2

La falta de semiconductores está afectando a la fabricación de vehículos, celulares, computadoras, tabletas, lavadoras, refrigeradores, televisores. Básicamente, todos los productos digitales llevan chips, así que el impacto negativo es significativo. 

Los efectos de esta escasez de semiconductores son múltiples. Muchas empresas están viendo cómo sus cadenas productivas están paralizadas o no pueden fabricar la cantidad de productos que les piden sus clientes, así que el consumidor ya está empezando a notar menos disponibilidad de productos, prestaciones recortadas al no poder incluir los dispositivos algunos semiconductores y precios más altos. 

Las tres mayores empresas por ingresos monetarios productoras de chips son Intel (NASDAQ:INTC), Samsung (KS:005930) y TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), y tienen un alto poder en este mercado. Por eso es necesario que haya más alternativas y disponibilidad de estos componentes; el problema es que existen altas barreras a la entrada que permita una competencia más fuerte. 

Perspectiva /h2

La cadena de producción está organizada de la siguiente forma: el suministrador del chip lo diseña con determinadas funciones, pero no lo fabrica, sino que lo encarga a otra empresa que tiene la capacidad de producirlo. Solo unas pocas son capaces de producir los más novedosos y avanzados -los de menor tamaño y, a medida que la tecnología es más madura, la concentración disminuye. Algunas grandes corporaciones tienen capacidad para estar en toda la cadena de producción, como Samsung; otras optan por fórmulas mixtas, como, por ejemplo, fabricar solo el procesador (que es un chip o un conjunto de chips que hacen unas funciones determinadas) y comprar el resto de terceros. 

Con las capacidades de producción existentes, fabricar más chips no es una cuestión sencilla. Establecer una nueva planta de semiconductores puede demorar por lo menos 1.5 años e iniciar operaciones por lo menos dos años después de su inicio. En ese sentido, los recientes acercamientos entre México y EUA para impulsar la producción de semiconductores son importantes, pero con probabilidad muy baja de contar con resultados en el corto plazo que contribuya a solucionar la problemática actual. 

La situación se ha vuelto tan complicada que ya se habla de un “chipageddon”. Y lejos de esperarse una rápida solución, es muy probable que la situación se regule por lo menos hasta la mitad de 2022. Actualmente, se estima que en promedio los pedidos de semiconductores demoran por lo menos cerca de 5 meses en ser satisfechos. Aunque el sector de los semiconductores siempre ha sido convulso y las empresas que se dedican a ello están acostumbradas a que entre ciclos tecnológicos se presenten circunstancias de este tipo, en esta ocasión la problemática se ha deteriorado en un tiempo muy corto. 

Semanas en los que demora la entrega de Chips 
(número; diferencia entre la orden de pedido y la entrega) /h2