Cómo impacta la subida de la volatilidad implícita en estrategias aún abiertas

 | 15.08.2018 12:31

La volatilidad subió desde el final de la última semana, principalmente a raíz del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. En dos días, la aversión al riesgo regresó a los mercados, que se estabilizaron solo este martes.

Es de lo que vengo hablando en mis artículos de estas últimas semanas: no son las noticias económicas (la economía estadounidense sigue con un crecimiento muy fuerte): es la inestabilidad política, con o sin razón.

Como operador de opciones en divisas, no analizado si la situación es la correcta o no. Antes de eso, analizo todo con calma y veo qué impacto puede tener en la volatilidad, ya sea de monedas o de índices.

Esta vez no fue con Rusia, Europa, el Reino Unido o China, ni siquiera con México; fue con Turquía, y si las cosas ya no estaban fáciles para Turquía, con el tuit de Trump de la semana pasada, se pusieron nerviosos muchos inversionistas. Primero, por la exposición a la deuda turca de los bancos europeos: la lira (TRY) ya estaba siendo castigada por un dólar fuerte, y ahora aún más. La única economía que se acerca a la turca es la argentina, que ya vio su moneda caer a mínimos este año, habiendo recurrido al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los mercados ven a Turquía con mucha preocupación, y la aversión al riesgo así lo demuestra: la volatilidad implícita a un mes en la lira turca ha subido rápidamente y superó el 50%. Esto es algo que puede contagiar a los inversores más adversos al riesgo en los mercados emergentes (EM, por sus siglas en inglés). Además de Turquía, Argentina, Brasil, Ucrania y Hungría son algunos países con mayores debilidades en sus economías ante una turbulencia en los mercados internacionales.

Un poco de ruido y confusión, y la volatilidad implícita sube. Si las cosas ya no estaban muy positivas para algunos países emergentes a partir de la subida del dólar, esta reciente crisis en Turquía hace sonar alarmas en los mercados financieros.

La semana pasada había sugerido en mis columnas tres estrategias: una con índices y dos con divisas.

La primera era un risk reversal con el indicador S&P 500 y el índice de volatilidad VIX, con el ETN–VXX, con la intención de aprovechar el momento de baja volatilidad y comprar un poco de volatilidad, y al mismo tiempo, recorrer volatilidad para neutralizar la prima de la estrategia, aprovechando que el índice estadounidense esta en sus máximos. En esta estrategia, el riesgo es ilimitado.

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El S&P 500 estaba en 2.861,98 puntos; ayer hizo 2.841,50 puntos y marcó un mínimo de 2.820 el lunes (-1,47%); el ETN – VXX estaba en 28,14 dólares; ayer marcó 30,12 e hizo un máximo de 31,80 dólares el lunes (+13%). Por ahora, la estrategia esta positiva, pero aún falta hasta el vencimiento de las opciones.

La segunda estrategia con divisas en que sugería la semana pasada era un largo Straddle con tres divisas. El propósito era apostar por la libra (GBP) y el euro (EUR) por el Brexit, pero la aversión al riesgo en las divisas y la exposición de los bancos europeos a Turquía hizo de las suyas: la volatilidad implícita subió y las dos monedas, el libra y el euro sufrieron por exposición a la lira turca. En esta estrategia, el riesgo es limitado.