Cómo armar una estrategia “cóndor de hierro” con divisas con poca volatilidad
Eduardo Ricou | 30.07.2018 12:30
¿Por qué me apasiona tanto invertir con opciones sobre divisas? Es simple: imaginen cómo se estará sintiendo un inversionista de acciones hoy, con la caída de los papeles de Facebook… En pocas horas, se puede perder cerca del 20% en una inversión, aunque también es verdad que la red social subió en pocos meses desde 145 hasta 18 dólares por acción. Por otro lado, también está como ejemplo el desplome de Twitter del 18,89% en pocas horas de negociación, y el de Intel (NASDAQ:INTC), que sufrió un descenso en Bolsa del 8,69%.
Estamos en un mercado alcista, con acciones muy valoradas, y los inversores están más nerviosos e impacientes y soportan algunas a correcciones fuertes. Los inversionistas están cada vez más exigentes con el sector tecnológico; esperan superar las estimaciones del consenso, y es algo que no se les da.
En cambio, con las divisas, es muy difícil o casi imposible que pase esto. Por ejemplo, la volatilidad implícita a un mes en las acciones de Facebook (NASDAQ:FB) está por encima del 35%. Este año, el máximo en el cruce de divisas dólar estadounidense-peso mexicano (USDMXN) fue de cerca del 20%. Por eso, me quedo en el mundo de las divisas con opciones, que tienen un retorno y un riesgo menor.
La volatilidad: el elemento oculto de las opciones sobre divisas
Se puede decir que el análisis de la volatilidad implícita es una excelente manera de predecir el rango futuro de los precios. Estamos en una época con alguna estabilidad en lo que concierne la volatilidad en el mundo de las monedas, algo que es ideal para armar algunas estrategias con la volatilidad implícita baja.
La difícil pero apasionante es la forma de medir la volatilidad. La volatilidad implícita del cruce de divisas que queremos estudiar es una predicción con un poco de matemática simple.
Cuando analizamos la estructura de la volatilidad debemos saber que la volatilidad implícita es anualizada: esto quiere decir que si nos muestran una volatilidad implícita a un mes de 6,5, se vería de esta manera:
La tabla de aquí arriba nos muestra una predicción, y solamente eso, de cómo el precio se podría mover en un año. Si queremos armar estrategias a un mes, debemos descomponer la volatilidad implícita, y entonces podemos analizar el rango de volatilidad implícita a un mes, anualizada.
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A través de una fórmula sencilla, podemos ver la volatilidad a un mes a partir de la volatilidad anualizada. Se utiliza la raíz cuadrada del número de periodos mensuales que contiene un año: si quiero estudiar la volatilidad diaria, sustituyo la volatilidad mensual por la volatilidad diaria; el numero 12 lo reemplazo por 365 días.
La fórmula nos da una predicción para el cruce de divisas euro-dólar (EURUSD) de 1,1659. Quiere decir que, en un mes, se puede mover con una probabilidad del 34,1% a cada lado del precio de 1,1659, o cotización de referencia de los casos.
Los precios se moverían dentro de una desviación estándar, y con una probabilidad del 68%, se moverían dentro de dos desviaciones estándar entre el rango de 1,1878 (+1,88%) y 1,1440 (+1,88%). Esto nos ayuda mucho, pues con este dato de volatilidad podemos proseguir con los otros análisis, sea la financiera (macro), las noticias, los gráficos y el riesgo.
Como vemos, no es magia: es matemática muy simple; es solamente una predicción basada en una probabilidad estadística, y hay que seguir analizando luego todos los otros factores.
Para la estrategia que quiero armar, necesito una volatilidad baja, porque no estoy interesado en grandes movimientos en los precios de las divisas que seleccioné. Debo analizar un rango de volatilidad anual que realicé hace una semana para otro rango más cerca del momento en el que quiero hacer trading. Modificar la estimación del rango es simple: el rango (volatilidad) no es proporcional al tiempo, sino a la raíz cuadrada del tiempo.
Utilizo el análisis de gráficos muy simples, y mido la fuerza del precio con el oscilador RSI (14) para indicar si la divisa está sobrecomprada, neutra o sobrevendida. Además, coloco la media móvil de 100 días, más por gusto que otra cosa, ya que en lo personal, me ayuda mucho a definir la tendencia.
Elijo entonces los pares de monedas que me interesan, con volatilidad baja a un mes; verifico la ponderación del 25 delta risk reversal, si es negativo (bajista) o positivo (alcista), la fuerza del precio (RSI), la media móvil, y calculo la volatilidad implícita a un mes anualizada, dividiéndola por la raíz cuadrada de 12:
Ahora llega el momento de definir la estrategia, y con baja volatilidad para un mes de horizonte, voy armar un cóndor.
“Iron cóndor” (en español, sería un “cóndor de hierro”): el nombre parece exquisito, pero la estrategia es muy simple, es una estrategia medio conservadora, no mucho, pero sí que tiene una ganancia limitada de prima, y en momentos de poca volatilidad, se ve muy atractiva.
La estrategia se construye con cuatro posiciones en opciones, todas con la misma fecha de vencimiento. Como estuvimos analizando volatilidad a un mes, utilizamos 30 días de vencimiento.
El primer par de opciones es un “Strangle” corto a precios fuera de mercado (OTM) y el segundo par es un “Strangle” largo con precios más lejos de los del primer par de opciones. Esta es una estrategia muy utilizada por inversionistas profesionales en opciones sobre divisas. Son dos alas del lado de las opciones de venta (put) y del lado de las opciones de compra (call), que dieron el nombre de “cóndor de hierro”. Por norma, deberán estar lejos del precio del mercado del momento.
Tomando el cruce EURUSD (1,1659) como ejemplo, tal como lo calculamos más arriba, la desviación estándar (68% de probabilidad) para un mes es de 1,88%, entonces deberíamos vender una opción call (OTM) a 1,1878 (+1,88%) y vender una opción put (OTM) a 1,1440 (+1,88%). Estimamos que el precio no se mueva de ese rango, y así logramos obtener el máximo rendimiento de la estrategia. Estas dos opciones, como están en venta, nos dan la prima de las opciones. La otra mitad es la compra de una opción call (OTM) a 1,1900 y la compra de una opción put (OTM) a 1,1418. De estas dos opciones, como están en compra y son nuestra protección, tenemos que pagar la prima. El total de las cuatro opciones es un valor positivo en prima que recibimos y es nuestro rendimiento máximo estimado.
Tenemos nueve cruces de divisas para elegir los más atractivos y armar el “cóndor de hierro”. Hay que prestar atención a la tendencia de cada par de monedas, siendo que el RSI (14) está prácticamente en territorio neutro en todas los casos, la volatilidad implícita a un mes está relativamente baja, y además, estamos llegando al mes de agosto, que por norma es un mes tranquilo.
En las próximas estrategias vamos a armar el famoso “calendar spread”, que en español sería más o menos la “propagación en el calendario”. Esta es una estrategia un poco más sofisticada, pues vamos a invertir con opciones en distintas fechas de vencimiento: dos meses versus doce meses.
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