Banxico: Cuando una subida de tasas se vuelve menos necesaria

 | 29.03.2017 03:52

El Banco de México se reúne este próximo jueves para tomar una nueva decisión en política monetaria. El consenso de mercado anticipa una nueva subida de tasas en línea con las actuaciones de su homólogo estadounidense, la Reserva Federal, y que situarían el precio del dinero en el 6.50%, frente al 6.25% actual. Sin embargo, los últimos acontecimientos del país, y en especial la evolución del tipo de cambio, sitúan al Consejo que preside Agustín Carstens en una disyuntiva, con argumentos a favor y en contra de un próximo movimiento en las tasas.

A favor, reducir el diferencial de tasas con respecto a la Reserva Federal que, recordemos, sí incrementó el precio del dinero el pasado 15 de marzo. Banxico siempre ha argumentado la necesidad de seguir los pasos del organismo estadounidense, por lo que sería una manera de mantener firme su postura y no mostrar titubeos. Igualmente, está el problema de la inflación. Si argumentan que su principal objetivo es mantener a raya las expectativas para dicho indicador, entonces una subida estaría más que justificada (incluso los hay que hablan de un incremento de 50 puntos básicos. Recordemos, no en vano, que la inflación en la primera semana de marzo alcanzó una tasa anual del 5.29%, y la subyacente una tasa del 4.32%. Es la tasa más alta desde mediados de 2009.

Sin embargo, tenemos también argumentos en contra. El principal, la apreciación que viene registrando el peso en las últimas semanas. Recordemos que el viernes cerró la sesión en su nivel más bajo del año, acumulando una revalorización desde enero del 9.3%. La debilidad del dólar por los últimos acontecimientos próximos a la Casa Blanca -Donald Trump no ha conseguido de momento derogar la ley de Salud de Barack Obama (Obamacare) ante el Congreso del país, lo que genera dudas acerca de la posibilidad de que pueda llevar a cabo los cambios que prometió y que podrían perjudicar a México-, han mejorado la visión de la divisa mexicana, al tiempo que también se veía beneficiada la pasada semana por unos subíndices relativos a la depreciación cambiaria y a los precios energéticos menores de lo esperado cuando se conoció el último dato de inflación.