Aumentar el esfuerzo de ahorro y revisar a la baja las expectativas

 | 07.11.2016 05:33

Dos artículos llamaron nuestra atención en la última semana. El primero de ellos presenta los resultados de un estudio realizado por Research Affiliates (RA), empresa californiana que presta servicios de consultoría a grandes instituciones financieras en el proceso de construir y rebalancear portafolios de inversión.

El estudio en cuestión sostiene que las principales familias de activos que se usan para construir portafolios institucionales, es decir acciones, bonos, inmuebles, metales preciosos y monedas, tienen mínima posibilidad de alcanzar retornos superiores al 5% anual en la próxima década. Hecho que además es muy poco conocido por el público en general.

Los analistas de RA sostienen que dado que las principales estrategias de acumulación de fondos para el retiro se alimentan de los títulos mencionados en el párrafo anterior, las mismas no cumplirán sus objetivos de rendimiento. Para verificar su conclusión, analizaron el desempeño del clásico portafolio 60% acciones de EE.UU / 40% bonos de EE.UU, tan popular en EE.UU.; así como otros diversificados internacionalmente. Los dirigidos a grupos etarios específicos que reciben el nombre de Target (NYSE:TGT) Funds, los llamados portafolios alfa y los dedicados a estrategias alternativas que incluyen activos ilíquidos como son los inmuebles o las acciones de empresas que no cotizan en bolsa.

Una vez leído este estudio y tratando de subirnos el ánimo en la semana previa a las elecciones presidenciales estadounidense, encontramos, un artículo publicado en el diario español El País , que habla de cambios realizados en la mezcla de activos del Fondo Soberano Noruego (FSN), para responder a la baja de los precios del crudo.

Como es bien sabido este fondo se creó para suavizar el impacto de los precios del petróleo en la economía de dicho país, evitando así la volatilidad propia de las economías mineras. Dicho fondo maneja títulos financieros por el orden de 900 millardos de dólares lo que le hace el vehículo de inversión más grande del mundo, que controla entre otros activos, el 1,3% de las acciones de oferta pública a nivel global.

Los asesores de fondo dicho sugirieron al gobierno noruego subir la porción del portafolio destinada a acciones de oferta pública del límite actual del 60% a 70%, nótese que el 30% restante se destinará a renta fija (25%) e inmuebles (5%). El propósito principal de esta recomendación es dar respuesta a la caída de ingresos del gobierno causada no sólo por la caída de precios del petróleo ya mencionada, sino también por las bajas tasas de interés vigentes a las cuales se invierte la porción de renta fija de dicho vehículo de inversión.

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La política de inversión del FSN ha sido desde su comienzo bastante conservadora, por ello prefieren los instrumentos de oferta pública sobre activos alternativos que no cotizan en los mercados de valores. La idea de esta política es facilitar a los funcionarios la administración del mismo, evitando tentaciones, y garantizar que los ciudadanos puedan hacer “contraloría” sobre tales fondos ya que invierten en instrumentos conocidos y seguidos por una porción importante de la población.

La rentabilidad esperada del FSN para los próximos 30 años será del orden del 2,3% anual, muy en línea con las expectativas de rendimiento esperado por los especialistas de RA, y otros formadores de opinión de esta industria como es el caso de Byron Wien principal estratega de Blackstone (NYSE:BX) Group, banco de inversión líder en la industria de administración de fondos de terceros con 380 millardos de dólares bajo su custodia.

En un mundo de bajos rendimientos es necesario aumentar el esfuerzo de ahorro y revisar a la baja las expectativas de consumo en el futuro, lamentablemente esto es como la receta de la pérdida de peso: dieta y ejercicio. No hay verdad más dura.

Un portafolio conservador es aquel que está compuesto por acciones y bonos, tomando en cuenta la etapa de la vida en la que se encuentre. Mientras más joven sea el inversionista, la proporción en acciones debe ser mayor a lo de bonos ya que se busca el crecimiento del dinero más que la renta, sin embargo, dadas las condiciones actuales del mercado esta razón puede cambiar.