por Francisco Delgado Castillo
(Actualiza con detalles a lo largo de la historia)
Infosel, junio. 18.- Maxcom Telecomunicaciones, una empresa que ofrece servicios de telefonía, internet y televisión de paga en México, anunció un plan de reestructura con el que busca sanear sus finanzas, que comenzó hoy con una oferta para sustituir el bono que representa la mayoría de su deuda y que vence en 2020.
El plan es complejo. Contempla también la suspensión del pago de los intereses del bono, una inyección de capital y una posible solicitud de procedimiento bajo el capítulo 11 del código de bancarrota de la legislación de Estados Unidos, dio a conocer la compañía a través de un par de comunicados.
"El propósito de la oferta de intercambio es lograr una reestructura financiera, lo cual permitirá a la compañía financiar gastos de capital necesarios y continuar con sus operaciones", escribió Maxcom en uno de los comunicados. "El intercambio permitirá a la compañía posponer el vencimiento de las notas 2013, reducir su perfil de deuda general y reducir su carga de gastos por intereses".
Maxcom no ha generado ganancias anuales desde 2013, año en que concretó una reestructuración de pasivos que incluyó la entrada de nuevos inversionistas liderados por el fondo de inversión Ventura Capital Privado, del empresario Enrique Castillo Sánchez, quien hasta el día de hoy funge como presidente de su consejo de administración.
Entre sus acciones más recientes para mejorar sus finanzas están la venta de 72 torres de telecomunicaciones al grupo empresarial MXT a cambio de 11 millones de dólares en abril de 2018, así como la apertura de sus estatutos a una tenencia total en manos de extranjeros, en octubre del mismo año.
Infosel/Sentido Común buscó la opinión de analistas bursátiles en el sector de las telecomunicaciones, no obstante, las casas de bolsa dejaron de darle seguimiento al no considerarla una emisora atractiva. Un analista que sí le da seguimiento declinó opinar al respecto.
Los inversionistas, por su parte, intercambiaron la acción de la empresa a un precio 11% inferior al del cierre anterior.
Maxcom pretende que sus acreedores acepten cambiar los 103.4 millones de dólares del saldo pendiente de su bono 2020 por nuevas notas garantizadas que vencen en 2024, notas junior de pago en especie --de vencimiento perpetuo-- y dinero en efectivo. La oferta está disponible a partir de hoy y durante las próximas cuatro semanas, aunque en caso de requerirlo, puede extender ese periodo de tiempo a voluntad más allá del 15 de julio.
Los bonistas que acepten recibirán, por cada mil dólares del principal de su bono actual, 550 dólares de las nuevas notas garantizadas que conservan la tasa de interés de los originales (8%); 100 dólares de las notas junior y 100 dólares en efectivo. También habrá un premio de 10 dólares adicionales para quien acepte de forma temprana la oferta, antes del 28 de junio.
Si bien los acreedores estarían recibiendo un valor inferior al marcado en la emisión, el valor de recuperación les favorece al tomar en cuenta el precio de los bonos en el mercado secundario, de acuerdo con la firma que tiene su sede en Ciudad de México.
Incluso las transacciones por debajo del valor nominal de los instrumentos ya han beneficiado a Maxcom en otras ocasiones.
En abril logró recomprar nueve millones de dólares de la emisión hoy sujeta a intercambio a un precio de 59.75 dólares por cada 100 dólares de valor nominal. En total logró reducir 72.3 millones de dólares el saldo insoluto del bono mediante recompras, con un gasto real de 45.8 millones.
En la nueva oferta, aquellos dueños de deuda que acepten el intercambio darán en automático su consentimiento para enmendar el acta de emisión del bono emitido en 2013, con lo que serán eliminados la mayoría de los acuerdos restrictivos y ciertos eventos de incumplimiento. Probablemente esto suceda a propósito de la suspensión del pago de intereses.
Si todo ocurre como lo pretende la compañía, cuando sea completada la reestructura financiera, los bonistas que hayan aceptado el cambio recibirán un pago en efectivo igual al interés no pagado de los certificados aún vigentes.
El nivel mínimo de aceptación para el intercambio de los bonos es de 90% de los tenedores, sin el cual la empresa tiene la intención de terminar la oferta, aunque la proveedora de servicios fundada en 1999 se reservó el derecho a reducir ese porcentaje a 80%. Por otro lado, para modificar el contrato del bono sólo necesita el consentimiento de la mayoría de los bonistas.
Maxcom, asesorado por la firma BCP Securities, también lanzó hoy una solicitud de consentimiento a los tenedores de sus notas para que den luz verde a un plan de reorganización de conformidad con las leyes de Estados Unidos, para que, en caso de que la oferta de intercambio se dé por terminada y el consentimiento sea aprobado, la empresa inicie un procedimiento bajo el código de bancarrota.
"La intención de la compañía es empezar el procedimiento del capitulo 11 con el único propósito de avanzar en la reestructuración de sus notas 2013 de acuerdo a lo establecido en la oferta de intercambio", escribió Maxcom en uno de los comunicados. "El plan no alterará ni modificará ninguna de las obligaciones existentes de la compañía para con sus clientes, empleados y/o proveedores".
Paralelo a la oferta para cambiar los bonos y la solicitud de consentimiento, Maxcom planea convocar a una asamblea de accionistas para que estos accedan a realizar una inyección de recursos de 300 millones de pesos (15.6 millones de dólares).
La firma parece confiar en lograr su plan de reestructura financiera, pues señaló en sus comunicados que sus dueños ya se han comprometido a realizar la inyección de capital --sujeto al avance satisfactorio de la sustitución del bono--, y que en conversaciones con acreedores constató que más de un tercio de los tenedores de su bono 2020 votarán a favor de la transacción.
El bono que Maxcom busca refinanciar representa 97.8% de la deuda total que reportó al cierre del primer trimestre de 2019, o 75.6% si son incluidos los intereses por pagar al cierre del periodo. Esa deuda representa 9.18 veces el flujo de operación que la empresa generó el último año.