Investing.com - En su última rueda de prensa del año 2018, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha cumplido con las previsiones del mercado. En un tono dovish, ha vuelto a confirmar que la institución no acometerá una subida de tipos de interés “hasta al menos después del verano de 2019 o, en todo caso, hasta cuando sea necesario para cumplir con los objetivos de inflación y condiciones de liquidez favorables”.
Recordamos que los analistas empiezan a especular con que dicha subida de tipos no se produzca este año.
Draghi ha vuelto a insistir en los riesgos para el crecimiento de la Zona Euro ocasionados por la volatilidad de los mercados financieros, el exceso de proteccionismo y la vulnerabilidad de los mercados emergentes.
El presidente del BCE ha reconocido que la institución rebaja las previsiones de crecimiento de la Zona Euro: éstas se sitúan en el 1,9% para 2018, en el 1,7% para 2019 y 2020, y en el 1,5% en 2021.
También se rebajan las previsiones de inflación al 1,8% en 2018, al 1,6% en 2019, al 1,7% en 2020 y al 1,8% en 2021.
El banquero italiano ha vuelto a llamar a los países a llevar a cabo las reformas estructurales necesarias para favorecer el impulso a la demanda doméstica. Igualmente, ha advertido sobre el elevado déficit de algunos países.
El plato fuerte, tal como esperaba el mercado, ha estado en cómo Draghi ha anunciado una nueva línea de reinversión del importe de los vencimientos. A pesar de las reiteradas de los periodistas en el turno de preguntas, el banquero no ha querido dar muchos detalles de esta medida, si bien algunos analistas adelantaban esta mañana que el BCE podría implementar un nuevo programa de financiación a largo plazo para los bancos (T-LTRO).
Lo que sí ha confirmado el presidente del BCE es que dichas reinversiones se llevarán a cabo en la jurisdicción en la que se realizan los reembolsos principales, pero de momento es una incógnita durante cuánto tiempo el BCE va a llevar a cabo estas reinversiones.
El euro cae con respecto al dólar, debido a las rebajas de previsiones de PIB y de inflación, y a la falta de concreción de Draghi sobre las nuevas medidas de reinversiones.