El pasado 26 de enero, el principal indicador bursátil de los Estados Unidos, el índice Dow Jones, alcanzó niveles máximos históricos en torno a los 26.616 puntos, y desde esas instancias inició la fuerte reversión bajista vivida hacia comienzos del mes de febrero, con un retorno de los precios hacia mínimos en los 23.360 puntos, nivel que fue alcanzado el 9 de febrero.
Si bien desde estos mínimos alcanzados por el indicador los precios han logrado recuperar parcialmente posiciones perdidas en los últimos dos meses, hasta el momento, no se ha logrado consolidar una salida alcista, al mismo tiempo que a pesar de haber amagado en vulnerar los mínimos de 23.360 puntos en varias oportunidades, tampoco la fuerza vendedora del mercado se mostró sólida como para quebrar esos niveles.
Como conclusión de lo comentado, hace exactamente tres meses que la Bolsa estadounidense se encuentra consolidando sus cotizaciones en una tendencia lateral contractiva, donde ni el comprador ha mostrado consistencia como para lograr el retorno de los precios hacia máximos históricos, ni la fuerza vendedora ha podido consolidarse para acentuar el proceso correctivo.
Este accionar lateral en los precios claramente genera incertidumbre en los participantes y principalmente un costo de oportunidad de estar en un mercado sin tendencia alcista o bajista definida, lo que de algún modo termina desgastando tanto al inversor de corto y mediano plazo, como así también al operador.
La gran duda que se presenta actualmente es saber cuál será la definición que tendrá este mercado al proceso de consolidación y es de lo que están pendientes actualmente sus participantes. En este sentido, según nuestra lectura técnica, creemos que este proceso lateral en el cual se encuentra inmersa la bolsa estadounidense forma parte de una descanso correctivo en tiempo, que busca erosionar los niveles de optimismo que se habían logrado previamente con todo el recorrido alcista que había tenido este mercado durante el pasado año 2017.
Creemos que tras la finalización de esta lateralización en los precios de las acciones estadounidenses y en la medida en que los precios no vulneren los mínimos del pasado 9 de febrero, de 23.360 puntos, podría lograrse una definición alcista de la consolidación hacia las próximas semanas, la cual debería llevar al índice no sólo de regreso hacia los máximos históricos de enero pasado en torno a los 26.616 puntos, sino buscando objetivos más ambiciosos para adelante que se ubican en torno a los 28.500-30.000 puntos en el índice Dow Jones.
Técnicamente, la zona de 25.300-25.500 puntos se muestra como la resistencia más importante de corto plazo, y con subidas por encima de esta área podremos confirmar que la definición alcista favorecida finalmente ha tomado vida y las probabilidades de un acceso hacia los objetivos antes mencionados, en torno a los 28.500-30.000 puntos, se elevarían, invitando el retorno de la fuerza compradora en este mercado.
Fuente: DIF Markets
Por eso, desde lo operativo, creemos que el recorte en curso que está teniendo el índice desde los máximos del pasado lunes en los 25.082 puntos, podría tratarse de un movimiento temporal, el cual idealmente debería encontrar contención en la zona de 24.500-24.100 unidades, para finalmente retomar el avance desde allí, buscando atacar y superar la resistencia de 25.300-25.500 puntos, para de esa forma liberar el camino ascendente de los precios hacia nuevas marcas históricas en las próximas semanas y meses.
Por ende, se sugiere estar atentos a los niveles técnicos expuestos, para buscar posicionamiento comprador en este mercado. En tal caso, creemos que el manejo de riesgo y stop loss de tal posicionamiento comprador debería colocarse ante un quiebre de los 23.300 puntos, que es la zona que divide las aguas entre nuestras expectativas de reanudación alcista y un escenario de profundización correctiva mayor en precio y tiempo para este mercado.