A medida que el nuevo T-MEC entra en vigencia, quedan muchas preguntas sobre cómo las normas laborales de México lograrán la mejora prometida para los salarios y la capacidad de formar sindicatos. Todavía existe el riesgo de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México pueda ir en contra de la nueva ley laboral y eso podría descarrilar el pacto comercial.
Sin embargo, el acuerdo pone fin a años de incertidumbre y abre la puerta a nuevas inversiones que deberían beneficiar a las instituciones financieras mexicanas.
El acuerdo es un paso positivo en el fortalecimiento de la cooperación entre México y los Estados Unidos y debería proporcionar un impulso a la inversión extranjera en México una vez que la pandemia de coronavirus esté bajo control. Gran parte del atractivo para México fueron los bajos salarios para la producción, por lo que la promesa de salarios más altos puede disuadir algunas inversiones.
La economía digital no existía cuando se firmó el TLCAN, por lo que T-MEC ayudará a los minoristas en línea. La cadena de suministro ha mejorado mucho para México y esto debería ser muy positivo para la economía.
Petróleo
El nuevo acuerdo allana el camino para costos de energía más baratos para México. Estados Unidos podrá exportar más gas natural a México. Esto es principalmente una mala noticia para los ambientalistas, ya que facilita los gasoductos y oleoductos transfronterizos.