La semana pasada comentábamos que, después de la tormenta de volatilidad y escándalos, ya se puede ver con claridad que el Bitcoin y las criptomonedas en general llegaron para quedarse. Cada vez más voces piden reglas claras para operar éstas de acuerdo con un estándar internacional y sean usadas como medios de pago o activos de inversión.
Muchas empresas ya trabajan en desarrollo de plataformas de bitcoin. Algunas sorprenden porque, en principio, parece que no tienen nada que ver con las criptos, como Starbucks (NASDAQ:SBUX), que anunció la semana pasada una alianza con Intercontinental Exchange (NYSE:ICE), grupo propietario de la Bolsa de Nueva York, para desarrollar Bakkt, una plataforma para hacer operaciones con bitcoin.
“Se espera que el ecosistema Bakkt incluya mercados regulados federalmente junto con aplicaciones comerciales y de almacenamiento y consumo. Sus primeros casos de uso serán para el comercio y la conversión de bitcoin frente a las monedas fiduciarias, ya que bitcoin es hoy en día la moneda digital más líquida. El esfuerzo está diseñado para abordar las necesidades cambiantes en el mercado de activos digitales estimado de 270,000 millones de dólares”, dijo la compañía en un comunicado.
¿Esto significa que ya podrás pagar tu café de Starbucks con bitcoin? No precisamente. La compañía aclaró que jugará un papel fundamental “en el desarrollo de aplicaciones prácticas, confiables y reguladas para que los consumidores conviertan activos digitales en dólares estadounidenses para su uso en Starbucks”, dijo Maria Smith, vicepresidenta de alianzas y pagos de Starbucks, al sitio Motherboard.
Si la plataforma Bakkt es aprobada por los reguladores en Estados Unidos, comenzará a operar en noviembre y lanzará contratos de futuros que pagarán en bitcoins, compitiendo directamente con CBOE, con base en Chicago y que empezó a operar a finales del año pasado.
No es casualidad que Starbucks se involucre en una alianza de este tipo ni lo hace para subirse a una “tendencia” pasajera.
Como la cadena de cafeterías más grande del mundo (cuenta con más de 25,000 tiendas), su negocio depende de los sistemas de pagos y sabe que los activos digitales son el presente y el futuro. Si contribuye a desarrollar plataformas en entornos seguros, estará a la vanguardia cuando las transacciones en activos digitales se masifiquen.