En México, la economía observó en 2019 una desaceleración típica de un primer año de gobierno, con algunos choques transitorios que restaron actividad económica, incluyendo debilidad de la manufactura en EE.UU., que tuvo un impacto importante en las exportaciones de nuestro país. Este año esperamos una recuperación a partir de la reactivación de la inversión pública y privada, con un T-MEC ratificado en EE.UU. Entre los riesgos de mercado destacamos el efecto del alza al salario mínimo, potenciales cambios a la calificación crediticia del soberano y de Pemex, el panorama fiscal y otras respuestas de política económica, incluyendo la magnitud del ciclo de baja de tasas de Banxico.
Pronósticos de las principales variables macroeconómicas y financieras en México Fin de periodo |
| Fuente: Banorte (MX:GFNORTEO) |
El año inició con noticias geopolíticas relevantes (e.g. escalamiento de las tensiones EE.UU.-Irán), confirmando que la economía global y los mercados continuarán estresados por estos factores, como lo han expresado organismos internacionales (e.g. Perspectiva Económica Global 2020 del Banco Mundial, publicada la semana pasada). En nuestra opinión, el principal evento de 2020 será la elección general en EE.UU. el 3 de noviembre, con el Presidente Trump buscando la reelección. Aunque en esta etapa inicial las encuestas anticipan un resultado cerrado, nuestro escenario base considera que Trump está bien posicionado para ganar la contienda. En este contexto, existe una alta probabilidad de que utilizará su impacto mediático con una retórica más radical, especialmente en tres aspectos: (1) Política exterior y seguridad nacional; (2) agenda proteccionista (e.g. tensiones comerciales); y (3) migración (enfocándose en México). En este contexto, el juicio político y el estado actual de la economía también serán variables cruciales en la ecuación política.
Además de EE.UU., los inversionistas se enfocarán en el proceso del Brexit, las protestas sociales en Latinoamérica y otras regiones, así como el nuevo orden en el Medio Oriente, sobre todo ante los eventos más recientes. Otro tema internacional relevante se centra en el crecimiento, con la expectativa de desaceleración en EE.UU. y China y dificultades en la Eurozona. Identificamos vientos en contra para la economía global, lo que incrementa la probabilidad de una recesión al final de este año y principios del 2021. A pesar de esto, la economía estadounidense ha sido muy resistente, incrementando el debate sobre si podría o no ser un amortiguador suficiente para estimular la actividad en el resto del mundo. Tomando en cuenta este complicado escenario, la respuesta de política económica será crucial. El 2019 estuvo caracterizado por un estímulo monetario coordinado de varios bancos centrales. Sin embargo, actualmente existe un menor espacio para una política monetaria más acomodaticia, con mayor énfasis y presión sobre la política fiscal.