La entrada en vigor de las sanciones impuestas por el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra Irán, hace que sus habitantes traten de salvar sus ahorros adquiriendo oro, cuyo precio ha aumentado a niveles récord en la nación de Medio Oriente.
Recordemos que en mayo pasado Trump se retiró del acuerdo pactado con el entonces presidente Barack Obama, el cual suponía el levantamiento de sanciones económicas a Irán a cambio de que redujera su programa nuclear. Las nuevas sanciones implican restricciones a las empresas a hacer negocios con el país asiático. También hay multas a los bancos que financien a Teherán las transacciones de metales preciosos.
Nerviosa por el desplome del rial, la moneda iraní, la población busca refugio en el rey de los metales, que demuestra una vez más ser el ‘salvavidas’ financiero por excelencia, pues mientras una divisa se hunde, el oro se mantiene a flote.
“La gente está cambiando su dinero por oro porque es un producto de inversión confiable”, dijo al Wall Street Journal, Mohammad Kashtiaray, jefe del comité de oro y joyería de la Cámara de Gremios de Irán, una coalición de comerciantes.
Además, el banco central de Irán ha acuñado cientos de miles de nuevas monedas, más de 60 toneladas de oro en total, para alimentar la demanda. Según los informes, el precio de una moneda de oro de 8.13 gramos llegó a 36 millones de riales (820 dólares) el pasado domingo 5 de agosto, más del doble de su precio en enero. La semana pasada, el oro estableció un récord de 45 millones de riales (1,025 dólares) por moneda.
Los iraníes también han recurrido a los dólares para tratar de salvar sus ahorros, lo que también ha incrementado su precio y el gobierno ha tenido que imponer controles de cambios para controlar la sangría. Un error que en reportes anteriores hemos comentado más ampliamente, que en vez de solucionar el problema, lo agrava porque nadie quiere vender el dólar al precio oficial, y con el colapso de la oferta, el precio se dispara de peor forma.
Recordemos que Irán es muy dependiente de sus exportaciones petroleras para obtener dólares que usa para importar los productos que necesita. Con las sanciones que le cierran el paso al mercado internacional de crudo, cuenta con menos billetes verdes para satisfacer la demanda interna de su economía. Así, el control de cambios es un gran salto delante de cara al precipicio.
El rial se ha enfrentado a una caída récord en 2018, rondando actualmente las 44,000 unidades por dólar frente a las 36,099 en enero. Mientras continúen las sanciones de Trump, se espera que el PIB del país continúe disminuyendo el próximo año, con una inflación y desempleo aumentando a doble dígito.