Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El Dow Jones de Industriales registra nuevos máximos históricos, mientras que el dólar alcanza máximos de ocho meses frente al yen japonés tras los positivos datos de ventas minoristas. Tras semanas de informes económicos decepcionantes, los inversores querían que los datos validaran los repuntes, así que la publicación del informe fue como un pistoletazo de salida, impulsando las acciones y las divisas. ¿Está la economía estadounidense fuera de peligro? Ciertamente no, pero en vista de que el mercado ni se inmutó ante informes menos alentadores como el de empleo no agrícola y el IPC, un informe positivo estaba destinado a tener un impacto mayor en el billete verde que uno negativo. A pesar de la ralentización del crecimiento de los salarios, el gasto de los consumidores aumentó un 0,3% en el mes de diciembre. Eso ya se había previsto, pero excluyendo los automóviles y el gas, el gasto aumentó un 0,5% al final del año y la actividad manufacturera de la región de Filadelfia se recuperó fuertemente al comienzo del año.
Sin embargo, por alentador que esto sea, también es importante reconocer la revisión a la baja de las cifras principales de noviembre y las flojas cifras de ventas del periodo de vacaciones publicadas por Target (NYSE:TGT) ayer. Puede que el gasto de diciembre haya sido saludable, pero 2020 podría ser un desafío igual de importante para los minoristas. Sin embargo, las autoridades estadounidenses siguen siendo optimistas pues los presidentes de la Fed, Kashkari, Kaplan y Bowman, han expresado su optimismo en cuanto a las previsiones del mercado laboral y de la vivienda. La Casa Blanca también ha tanteado la posibilidad de un recorte de impuestos que contribuya al repunte. La fase uno del acuerdo comercial entre China y Estados Unidos también está finalizada y, aunque no es perfecto, todo apunta a que las tensiones comerciales no serán un problema en los próximos meses. No se espera que las cifras de vivienda y confianza de los consumidores del mañana tengan mucho impacto en el mercado, pero la relación con Irán hace que el riesgo de la confianza sea a la baja.
Una de las monedas que mejor actuación ha ofrecido ha sido la libra esterlina y su fortaleza es sorprendente dados los últimos datos y el probable recorte de tipos de este año. La libra ha subido por tercera jornada consecutiva y la única explicación es el optimismo a la espera del informe de ventas minoristas de diciembre. Según el Consorcio de Minoristas Británicos, la demanda ha sido fuerte, pero eso no quita el debilitamiento que hemos visto de la producción industrial y la inflación. El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, también admitió que es posible que no puedan llegar a un acuerdo comercial con la UE este año. Nada de esto es bueno para el Reino Unido y, tal como están las cosas, los recortes de tipos sin duda rondarán la mente de los banqueros centrales del Reino Unido.
El euro pierde terreno después de que el BCE, a minutos de la reunión de diciembre, revelara que "la política monetaria podría ajustarse para reducir efectos secundarios no deseados". Sin embargo, con la "sólida tendencia al alza de los costes subyacentes de la inflación excluyendo las vacaciones", los responsables de la política monetaria de la Eurozona no tienen prisa por relajarla. En comparación con otros países, seguimos viendo una estabilización y una mejora de la economía.
Los dólares canadiense y australiano también perdieron valor a pesar de la mejora de los datos de la vivienda de Australia de esta semana. A pesar de la subida de más del 1% de los precios del petróleo y de la mejora de los datos de Estados Unidos, el repunte del USD/CAD está perdiendo fuelle. No hay una explicación específica para el bajo rendimiento del dólar australiano aparte del repunte general de su homónimo estadounidense, pero el PIB, la producción industrial y las cifras de ventas minoristas de China están pendientes de publicación y a los inversores podrían preocuparles los resultados. Por el contrario, la moneda de mejor rendimiento ha sido el dólar neozelandés. La divisa ni se inmutó ante las inesperadamente débiles cifras de gasto con tarjeta de crédito, y subió con la mejora de las ventas de vivienda.