La mayoría de los mercados financieros globales tuvieron reacciones extrañas el martes, porque a pesar de comentar los representantes de Estados Unidos y China que han logrado acuerdos para resolver los problemas y llegar a la “fase uno”, no vimos el optimismo que suelen mostrar cuando se conoce una noticia de este tipo.
En Estados Unidos, los tres principales índices neoyorquinos registraron ganancias promedio de 0.20%, aunque eso les permitió mantenerse en máximos históricos.
Lo que más llamó la atención, fue la caída que tuvo la Bolsa de México, aun con el ambicioso Plan de Inversión en Infraestructura Privada que dio a conocer el Gobierno, así como de los mejores datos de las ventas minoristas de septiembre, con respecto a los esperados por el consenso del mercado.
El índice S&P/BMV IPC registró una caída de 1.57%, ubicándose al cierre en 42,852.4 puntos, destacando las pérdidas del sector financiero y el alto volumen de 602.7 millones de acciones, donde AMX L participó con 255.0 millones, seguida de Cemex (MX:CEMEXCPO) Cpo con 132.5 millones y Walmex* con 41.6 millones. Sin embargo, la caída de la Bolsa de México estuvo acompañada de algunas bolsas de Latinoamérica.
Algunos inversionistas mostraron preocupación por la caída de la Bolsa en México, atribuyendo el proceso de “recesión” que ha tenido nuestra economía, aunque parece que el temor lo basan más en el proceso que se hizo para no mostrar las cifras negativas a su debido tiempo. En este sentido, también el tipo de cambio se vio presionado al registrar máximos intradía de $19.60, aunque al cierre quedó en $19.567, lo que representó una pérdida de 0.59%, mientras que el dólar también tuvo una ligera pérdida de 0.07% frente a la canasta de seis monedas, ubicándose el índice DXY en 98.25, y al parecer la tendencia sigue al alza.