El gigante del video en streaming Netflix (NASDAQ:NFLX) ha tenido un gran comienzo de año. Sus acciones siguen siendo las que mejor actuación han ofrecido en 2019 en comparación con otras empresas tecnológicas punteras.
Sus acciones han subido un 34% hasta 358,82 dólares en lo que va de año, registrando los mayores beneficios entre las empresas tecnológicas punteras, incluyendo Facebook (NASDAQ:FB), que ha subido un 25%, Apple (NASDAQ:AAPL), que ha avanzado un 16%, y Amazon (NASDAQ:AMZN), que se apuntado un alza del 9,5%.
A pesar de este extraordinario ascenso, este año va a ser uno de los más difíciles para la empresa que ha cambiado la manera en que la gente consume contenidos de entretenimiento. Aunque nos gusta Netflix debido a la calidad superior de sus contenidos y su tecnología, que está alimentando un crecimiento explosivo, hay algunos posibles obstáculos de cara a este año que podrían detener este potente repunte en el futuro.
En primer lugar, este año se demostrará si las subidas de precio que Netflix anunció en enero se aceptan de buen grado sin afectar a su crecimiento de suscriptores. En lo que ha sido su mayor subida de la cuota mensual, Netflix ha subido sus precios entre un 13% y un 18%. El plan básico más barato cuesta ahora 9 dólares al mes, frente a los 8 dólares de antes, mientras que el coste del popular plan HD estándar ha subido de 11 dólares a 13 dólares, y el plan Premium 4 K, de 14 dólares a 16 dólares.
Es la cuarta vez que Netflix sube los precios desde su lanzamiento, pero ésta ha sido la mayor subida. Sin duda, el momento ha sido acertado, tras el éxito de sus nuevos contenidos como A Ciegas y ¡A Ordenar con Marie Kondo!, pero es difícil decir hasta qué punto los cambios de precio afectarán al crecimiento de suscriptores.
Un indicio de que estas subidas de precio tendrán algún impacto en el crecimiento se desprende de las últimas previsiones de suscripción de la empresa. Tras una subida de la suscripción de pago en 8,84 millones en el cuarto trimestre, superando los propios pronósticos de Netflix, la compañía parece estar adoptando una postura de cautela de cara a este trimestre, pronosticando 8,9 millones de nuevos clientes a nivel mundial, un leve aumento con respecto al período anterior.
La competencia aflora
Otra amenaza para Netflix a la vuelta de la esquina es la nueva competencia por parte de algunas de las mayores empresas de entretenimiento del mundo. La más inmediata viene de Walt Disney (NYSE:NYSE:DIS) y WarnerMedia, de AT&T (NYSE:NYSE:T), ya que ambas empresas se disponen a presentar su propio servicio de streaming este año.
En nuestra opinión, Disney es el que tiene el músculo financiero, contenidos de calidad y una buena gestión, lo que plantea el mayor desafío para Netflix. El director ejecutivo de Disney, Bob Iger, ha hecho del servicio de video en streaming una parte fundamental de su estrategia de crecimiento.
Ahora está ocupado en la reestructuración de la compensación ejecutiva de la empresa y está dispuesto a sacrificar el crecimiento impulsando el gasto en el nuevo servicio, que según él vendrá cargado de productos de calidad de Disney, como Avatar y Zootopia.
Sería ingenuo tomarse a la ligera la amenaza de Disney: la mayor empresa de entretenimiento del mundo ha sido un ganador a largo plazo en el negocio de los medios de comunicación y tiene múltiples fuentes de ingresos para poder sobrevivir mientras se enzarza en la lucha contra Netflix. La empresa pronto completará la compra por valor de 71.000 millones de dólares de los activos de entretenimiento de la 21st Century Fox (NASDAQ:FOX), que ofrecerá en su servicio de contenidos online.
Cada vez más empresas se apuntan al mercado del streaming online y la competencia está calentando, de modo que creemos que el próximo gran reto para Netflix será administrar su quema de efectivo, importante fuente de preocupación para muchos analistas.
En 2018, Netflix gastó 12.040 millones de dólares en el desarrollo de contenidos, pero este elevado coste de desarrollo generó un flujo de efectivo negativo de 2.680 millones de dólares. Este año fiscal, la empresa seguramente anuncie un gasto de 3.000 millones de dólares, lo que impulsará aún más su nivel de deuda.
Mientras siga aumentando la base de suscriptores de la empresa, los inversores tienen pocas razones para preocuparse por el elevado gasto de la empresa, pero la creciente quema de efectivo es un tema que podría afectar a sus acciones si se ralentiza el crecimiento de suscriptores.
En conclusión
Netflix es una gran empresa y sus acciones ha sido una gran apuesta para los inversores en busca de un gran crecimiento. Con su enorme base de suscriptores, su exitosa estrategia de contenidos y una tecnología superior, es difícil no sentirse atraído por las acciones de Netflix. Sin embargo, creemos que es importante destacar los grandes riesgos a los que se enfrentará esta empresa en el año 2019, para que a los inversores no les coja por sorpresa si el viaje es algo accidentado.