La presión sobre el dólar norteamericano continúa ejerciendo las expectativas de una desaceleración en el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal. Esta tendencia se origina por primera vez en el discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, quien informo el pasado 28 de noviembre que "Las tasas de interés aún son bajas en cuanto a una comparación histórica y se mantienen ligeramente por debajo del nivel que se puede evaluar como neutral".
Anteriormente, muchos especialistas esperaban que durante el próximo año, 2019, la Fed elevaría las tasas cuatro veces (en cada encuentro trimestral), como lo ha sido en el año en curso, pero en estos momentos, es muy probable que después de la reunión del presente mes de diciembre, la Reserva Federal haga una pausa y el próximo mes de marzo no tomará una decisión sobre el próximo aumento. Los datos sobre el mercado laboral estadounidense publicados el viernes, que resultaron ser más débiles de lo esperado, también hablan a favor de una desaceleración en el crecimiento de las tasas. En un futuro cercano, es probable que la tendencia a la baja del dólar siga vigente.
La atención de los participantes del mercado se vio atraída por las declaraciones del Representante del Comercio de los Estados Unidos, Robert Lightheiser, quien anunció este fin de semana, que Estados Unidos y China deben concluir con éxito las negociaciones comerciales antes del 1 de marzo del año próximo; de lo contrario, el gobierno de los Estados Unidos introducirá nuevos aranceles aduanales para las importaciones chinas a los Estados Unidos.
Con respecto a la reciente detención del director financiero de la Empresa china Huawei Technologies en Canadá, el funcionario insistió en que esto no interrumpiría las negociaciones comerciales con China. En su opinión, esta cuestión está bajo la jurisdicción exclusiva de los organismos encargados de hacer cumplir la ley.
Entre los informes macroeconómicos recibidos al comienzo de la sesión europea, se deben tener en cuenta las estadísticas sobre la balanza comercial de China publicadas el fin de semana. El balance general fue mejor de lo esperado, pero los componentes del informe fueron menos brillantes. Así que de acuerdo con los resultados del informe de este periodo, se registró una caída significativa en las tasas de crecimiento tanto de las exportaciones como de las importaciones, que es una consecuencia directa de la guerra comercial entre Washington y Beijing.