La semana pasada hablamos de “Libra”, la moneda digital que lanzará Facebook (NASDAQ:FB) en 2020 y que, sin duda, tendrá muchas repercusiones en el sector financiero y el mercado de las criptomonedas. Para quienes no hayan leído el artículo anterior, retomamos algo importante: Libra no es competencia, ni una amenaza para Bitcoin por dos diferencias fundamentales; la primera es que este activo virtual estará respaldado por divisas fíat y, segunda,el su fin no es ser un activo de inversión especulativa, como sí ha ocurrido con el bitcoin.
También recordemos que algunas de las compañías de pagos más grandes del mundo, como Visa (NYSE:V), Mastercard (NYSE:MA) y PayPal (NASDAQ:PYPL), están involucradas en el proyecto. Además, la organización Libra Association actuará como una especie de “banco central”, validando todas las transacciones que se hagan con este activo.
El potencial que tiene Facebook para influir en el mundo de las finanzas con una moneda virtual es enorme. Al poder hacer transferencias y guardar dinero en una cartera digital (Calibra) y con más de 2,300 millones de posibles usuarios (los que tiene la red social actualmente), Libra puede convertirse en muy poco tiempo en la criptodivisa más popular del mundo.
Decíamos que esta no rivalizará con bitcoin porque ambas tienen fines distintos, pero quienes deberían ponerse a temblar son los bancos. Simon Black, de Sovereign Man, dice que el monopolio de la banca, uno de los negocios más antiguos del mundo, puede cambiar para siempre.
“Hoy en día, las funciones principales de los bancos (mantener depósitos, realizar préstamos, pagos y transferencias e intercambiar divisas) se pueden hacer mejor, más rápido y más barato fuera del sistema bancario (…) Libra, de Facebook, representa una amenaza directa para el único monopolio restante de los bancos: los depósitos de los clientes”.
Obviamente ya tenemos algunas alternativas para mantener nuestros ahorros, como el efectivo físico, bonos gubernamentales a corto plazo, el oro, las criptodivisas, etcétera. Pero con Libra, “las personas tendrán una opción fácil y general para mantener su dinero, así como realizar transferencias y pagos. Realmente ya no necesitarán una cuenta bancaria”, prevé Simon Black.
Aún hay muchas dudas por resolver acerca de esta iniciativa de Facebook, como todas las preocupaciones sobre privacidad y protección de datos y de la regulación financiera de la que será objeto. Pero no hay que perder de vista algo: es la única criptomoneda que podría tener un atractivo global.
En los próximos 12 meses, cientos de millones de usuarios en todo el mundo podrían enviarse pagos entre ellos a través de Facebook o sus servicios de mensajería (Messenger y WhatsApp), o usar la Libra para comprar café en Starbucks (NASDAQ:SBUX). Todo ello sin la intervención de un banco.
Pero, dejando de lado la disrupción en el sistema bancario, una divisa digital tan popular puede acelerar la adopción de otras criptomonedas y abrir una nueva era. El 3 de enero de 2009 se creó el blockchain de Bitcoin. El creador de la red, conocido como Satoshi Nakamoto (aunque no se ha confirmado su identidad) extrajo 50 bitcoins en esa primera transacción y unos días después lanzó el primer software de código abierto de bitcoin.
Para octubre de 2009, el valor de un solo Bitcoin seguía siendo de solo $0.0009 dólares (nueve centésimas de un centavo), y diez años después, Bitcoin ha visto un aumento de 10 millones de veces su valor “y desencadenó quizás la burbuja financiera más espectacular en la historia de la humanidad y que nadie quería perderse. Algunas personas incluso se endeudaron e hipotecaron sus casas para especular sobre la criptomoneda”, dice Simon Black.
La efervescencia por el Bitcoin fue tanta que, a finales de 2017, había muchas más criptomonedas que monedas fiduciarias en el mundo. Después llegó el desplome en su cotización y volvieron los temores sobre la volatilidad y seguridad de la misma.
No obstante, la llegada de Libra puede significar el resurgimiento de bitcoin. Más empresas y personas comprenden mejor esta tecnología y los usos que tiene en otras áreas de la vida y los negocios, como el sector financiero, las cadenas de suministro, contratos inteligentes, entre otras.
“Aunque desconfío de Facebook, creo que Libra probablemente servirá como catalizador, abriendo puertas para más interés, más desarrollo y mejores aplicaciones de la tecnología”, comenta Simon Black, y estamos de acuerdo con su visión.
Parece que se está dejando atrás la etapa de aprendizaje para pasar hacia una fase más madura de las criptodivisas. Cuando surge una nueva tecnología siempre hay ajustes y, con el paso del tiempo, se adoptan estándares y modelos de negocio. La internet no es la misma hoy que hace diez años y ha tenido un impacto inconmensurable en las vidas de miles de millones. Lo mismo pasará con las criptodivisas y blockchain: cambiará la forma en que las personas se relacionan con el dinero, y eso pone a los bancos en problemas, pero a los inversores en “criptos”, quizá termine ayudándoles a ganar dinero con la especulación y la inversión.